La limpieza del petróleo derramado por la británica BP se reanudó ayer en algunas partes del golfo de México, aunque muchos barcos no pueden salir por el fuerte oleaje, lo que frena esfuerzos por acotar la peor marea negra de la historia estadounidense.
fakeFCKRemoveUn gigantesco buque taiwanés llegó el sábado cerca del sitio donde el petróleo se sigue escapando del pozo submarino dañado por la explosión de una plataforma hace más de dos meses, para reanudar las operaciones de limpieza del derrame, tras varios días de fuertes perturbaciones por la tormenta tropical Álex.
La embarcación tipo cisterna A Whale (Una ballena), propiedad de la naviera taiwanesa TMT Group, tiene unos 275 metros de largo y puede recuperar hasta 500 000 barriles al día (80 millones de litros) , contra los 2,5 millones de barriles recuperados estas 10 últimas semanas por todos los pequeños barcos desplegados en el golfo para participar en las operaciones de rescate.
El buque “absorbe el petróleo y el agua empetrolada y luego filtra el petróleo y expele el agua”, explicó el portavoz de BP Deepwater Horizon, Toby Odone.
Mientras, Kelly Parker, agente de guardacostas de Luisiana, precisó que las tripulaciones instalaban de nuevo barreras de protección flotantes a lo largo de las zonas costeras frágiles. Pero la parte del trabajo que consiste en quitar el crudo del agua y quemarlo aún no había reiniciado, añadió.
El único lugar donde se reanudaron dichas operaciones, el viernes fue alrededor de las Islas Chandeleur, un archipiélago desierto reserva para la vida salvaje en el este de Luisiana, afirmó un portavoz del almirante Thad Allen, coordinador del gobierno para la respuesta al derrame.
“Es crucial defender estas zonas porque albergan tortugas, camarones y otra fauna”, destacó el almirante Paul Zunkunft, tras haber sobrevolado las islas. Pese a los esfuerzos de contención, “no estamos a salvo aún”, advirtió.
La evacuación forzada del golfo y de sus costas durante la tormenta Álex, que llegó a ser huracán antes de disiparse, dejó claro lo vulnerable que es la respuesta de emergencia a la catástrofe, frente a la fuerza de la naturaleza.
“Normalmente, el crudo suele tardar unas dos semanas en alcanzar la costa desde el sitio del derrame”, indicó Anne Marie Gorden, especialista de Asuntos Públicos de los guardacostas.
“Nuestro temor, por supuesto, es en caso de que llegue una tormenta aún más cerca, que esta empuje el crudo más allá de la orilla y en las marismas de atrás”, agregó, señalando los rangos de bolsas de arena dispuestas en la playa para detener al petróleo.
Un estimado de entre 1,6 y 3,6 millones de barriles de petróleo ha sido vertido al golfo de México desde que una plataforma petrolífera de la británica BP explotó el 20 de abril pasado, causando la muerte de 11 trabajadores y el mayor accidente ambiental en toda la historia de Estados Unidos, comparable con Katrina.