El final fue de novela. Un remate cargado de pasión y dolor, de alegría y llanto. Uruguay estuvo a punto de abandonar el Mundial, pero el que salió fue Ghana, en una historia de esas que hacen decir: “No te lo puedo creer”.
Minuto 120 de fútbol en Soccer City. Última jugada del tiempo extra, forzado por un 1-1 que no se pudo quebrar. Ghana tiene la última opción, la que vale, la que ya no deja tiempo para reaccionar. Hay un tiro libre de costado. El balón vuela a los 5,50, rebota aquí, pega por allá, salta con destino de gol y Luis Suárez, el goleador uruguayo, en la raya, lo saca desesperado para el centro, pero la bola llega a la cabeza de Dominic Adiyiah, que le mete un frentazo con destino de gol.Todo pasa en menos de un segundo, lleno de imágenes y movimientos. En la raya, otra vez en la línea y sin golero, Suárez se disfraza de golero y le mete la mano a la pelota: penal y expulsión en la última jugada del tiempo extra. Uruguay se iba para Montevideo.
Asamoah Gyan, el artillero ghanés, el hombre que con sus tres goles (dos de ellos de penal) puso a las ‘Estrellas Negras’ en los cuartos de final, tenía el remate para que toda África diera un alarido de triunfo. Pateó y su disparo se elevó por el centro del arco de Fernando Muslera, pegó en el horizontal y se desvió’ Un final surrealista, con tiempos alargados y relojes escurridos; con delanteros sacando el balón con la mano y goleadores fallando un penal’ ¡Hasta Suárez se inmoló!
No hubo necesidad de reanudar el juego. Los 84 017 espectadores del Soccer City sabían que la novela seguía por desempate por la misma vía, con el mismo drama del balón puesto en el punto blanco del penal.
Pateó primero Uruguay. Forlán no falló. Gyant, valiente, asumió de nuevo su rol y esta vez la metió. Tarde, apenas unos minutos tarde’ Victorino y Scotti acertaron. Appiah convirtió, pero Mensah falló con un tiro suave y sin impulso a las piernas de Muslera. Pereira tuvo para liquidar, pero mandó a las nubes la bola.
Adiyiah pateó a la izquierda de Muslera que manoteó el remate. Al ‘Loco’ Abreu le tocaba definir. Y el ‘Loco’, con sangre fría, se enloqueció: picó la pelota, la levantó y metió a Uruguay en una semifinal 40 años después de hacerlo por última vez: 4-2.
Fue la celebración loca de Uruguay y el llanto profundo de los ghaneses. Los uruguayos brincaban de la dicha y los ghaneses, devastados y entre lágrimas, ni siquiera podían levantarse del suelo. ¡Tuvieron el triunfo en un penal en el minuto 120 del tiempo extra y hoy están eliminados!
Ghana se fue arriba a los 47 minutos del primer tiempo con un disparo rasante y de lejos de Muntari. Empató Forlán, a los 8 del segundo, con un tiro libre cargado a la izquierda. Esa igualdad solo se pudo romper con ese final surrealista ya contado y que muchos no se cansarán de contarlo.