El australiano Julian Assange, fundador de WikiLeaks, no está con medias tintas. Asegura que su sitio web, especializado en filtrar información de inteligencia, mantiene su plan de publicar otros 15 000 documentos militares confidenciales sobre la guerra en Afganistán que tiene en su poder, recalcando que deseaba actuar “con prudencia”.
“Todos los documentos serán publicados”, pero se editarán los textos para proteger los nombres de las partes inocentes que están bajo una amenaza “significativa”, precisa Assange.
Creador y figura emblemática del sitio de Internet, este hombre de 39 años y pelo canoso ha acumulado revelaciones en los últimos años, de Iraq a Kenia pasando por Islandia.
En poco tiempo se ha convertido en el hombre que ha hecho temblar a la CIA (Central de Inteligencia de EE.UU.), en el revelador de abusos, en apóstol de la transparencia, pero al mismo tiempo ha mantenido un gran enigma en torno a su persona. Se niega a decir a dónde va o de dónde viene, viaja de capital en capital alojándose en casa de simpatizantes o conocidos y no da su número de celular.
Algunas ONG como Reporteros Sin Fronteras (RSF) cuestionaron la publicación de los documentos, que podría según ellos poner en peligro vidas humanas, especialmente de afganos que han colaborado con las fuerzas estadounidenses e internacionales.
El Ejército estadounidense “expresó su intención de comenzar un diálogo sobre el tema”, señala la islandesa Kristinn Hrafnsson, colaboradora del sitio especializado en publicar documentos confidenciales.
Y añade que la notificación les había llegado “esta semana”.
WikiLeaks había solicitado -sin éxito hasta el momento- la ayuda del Pentágono para analizar 15 000 documentos militares clasificados para retirar la información que podría perjudicar “a las partes inocentes que se enfrentan a una amenaza significativa”, según había indicado Assange, durante una conferencia de prensa. “WikiLeaks claramente no tiene la intención de poner a ninguna persona en peligro directo”, indica Hrafnsson.
El sitio causó una tormenta mediática y el furor de las autoridades militares estadounidenses cuando envió al diario estadounidense The New York Times, al alemán Der Spiegel y al británico The Guardian unos 77 000 documentos confidenciales sobre operaciones militares en Afganistán, en julio de este año.
Ahora WikiLeaks se dispone a publicar los últimos 15 000 documentos confidenciales de un paquete que recibió de una fuente no revelada. Wikileaks fue fundada en el 2006 por Julian Assange -nacido en Australia en 1971- con el propósito de “liberar a la prensa, develar los abusos y preservar los documentos que hacen la historia”.
Su mayor precedente había sido la filtración de un video del Ejército estadounidense del 2007 que mostraba un ataque de soldados de ese país en Iraq, en el que murió un camarógrafo de la agencia Reuters.
Según la revista estadounidense New Yorker, Assange fue quien descodificó el video militar, calificando la tarea de “moderadamente difícil”.