Faltaban ocho minutos para el final del compromiso entre Espoli e Independiente. El empate perjudicaba los intereses del cuadro policial, que por estas fechas aún tiene problemas con el descenso, al igual que su rival. Sin embargo, el potente remate de Darío Bone, uno de sus mejores jugadores, cambió todo el panorama. El volante remató desde fuera del área y dejó sin chances al guardameta Librado Azcona, quien voló inútilmente intentando rechazar el envío. Fue un golazo que sirvió para ganar un partido fundamental para los locales. Con la victoria, Espoli completó 31 puntos en la tabla acumulada y se ubica en el octavo lugar de la tabla. En cambio, el Independiente se quedó con 30 puntos en el noveno lugar.Los jugadores sangolquileños se volcaron al ataque tras el gol. Incluso el golero Azcona se confundió entre los delanteros de su equipo en los últimos minutos en intentos desesperados por anotar el tanto del empate, que no llegó. La necesidad de puntos de los dos conjuntos es grande. Por ello, la angustia se apoderaba de los técnicos Carlos Calderón y Guillermo Duró, quienes vivían desesperados los últimos minutos del compromiso. Calderón, DT de Espoli, pedía calma y sobre todo concentración a sus dirigidos. En cambio, Duró pedía que se enviaran más balones en el área para buscar el cabezazo del potente delantero paraguayo Richard Estigarribia.Pero lejos de esos últimos minutos llenos de emoción, el partido no fue agradable. El trámite del juego fue lento, cortado por momentos por la vehemencia con que los dos equipos lo afrontaron, conscientes de sus necesidades. Espoli intentó tomar la iniciativa gracias a la dinámica de Darío Bone, la figura del partido, quien junto a Kenneth Arce y Mario Lastra intentaban generar peligro en el arco de los visitantes. Independiente esperaba a su rival e intentaba contragolpear con los intentos de Armando Wila y Estigarribia. Ellos recibían el apoyo de Fernando Guerrero y de Johnny Baldeón. Sin embargo, la producción fue escasa.Espoli, más con el ímpetu de sus jugadores que con buen fútbol, intentaba vulnerar a su rival y en los últimos minutos los remates de Lastra y de Bone eran continuos en el área de Azcona. Sin embargo, el único disparo que tocó la red fue el de Bone para felicidad de los pocos hinchas que asistieron al estadio Los Tsáchilas.