El piloto Francisco Cuesta, de 55 años, murió el domingo mientras fumigaba una finca bananera de la parroquia La Unión, en Quinindé (Esmeraldas).
Los testigos del accidente informaron que la aeronave se impactó contra un cable de alta tensión del Sistema Nacional Interconectado de Electricidad.
David Riera, de 25 años, comunero de esa zona, vio el percance a pocos metros. Dijo que la nave volaba a baja altura por encima de la plantación y cayó en el interior de esta. Él miró que Cuesta aún estaba vivo, luego de la caída, y trataba de abrir la puerta de la avioneta para salir. Pero antes de acercarse para ayudarlo, la nave explotó.
Los vecinos de la zona, ubicada a 15 minutos del cantón La Concordia, narraron que el aparato fue visto en actividades normales hasta cuando realizaba el tercer sobrevuelo. Pero, de forma repentina, este rozó con los cables. El hecho ocurrió el domingo pasado, a las 16:30.
Se conoce que el piloto habría llegado a La Unión de Quinindé desde la provincia del Guayas, contratado por una empresa de servicios de fumigación para realizar esas labores en una finca de dicha localidad.
La hacienda se llama La Unión. La avioneta cayó a 100 metros de la estación de gasolina Petrorios. La nave pertenece a la empresa Fumisol. Era un modelo Cessna, A188B.
El impacto provocó un corte de energía en la población de La Unión durante varias horas.
Después del accidente aéreo, el cuerpo de Francisco Cuesta fue hallado calcinado.
El personal del Cuerpo de Bomberos y la Policía de Quinindé tardó más de dos horas para ubicarlo y desalojar la avioneta. El cadáver fue trasladado a Vinces donde será velado.