Las encuestadoras y sus mediciones inyectan un poco de combustible a la carrera presidencial.
En recorridos, entrevistas y redes sociales, una parte de las candidaturas han desatado una suerte de guerra psicológica alrededor de las primeras cifras de las mediciones.
Aunque en esta semana recién habrá datos actualizados de varias de las firmas registradas en el Consejo Electoral (CNE), campañas como la de Rafael Correa, Guillermo Lasso o Mauricio Rodas ya hablan de un fortalecimiento y crecimiento de sus postulaciones.
En la otra orilla hay aspirantes como Lucio Gutiérrez, quien reitera que solo cree en las encuestas de carne y hueso, una frase que la acuñó en los comicios del 2002.
Incluso hay movimientos como Pachakutik, que apoya a Alberto Acosta, que aseguran haber hecho sus propias mediciones en que su candidato está bien posicionado.
En palabras de Polibio Córdoba, director de Cedatos, la campaña ha ingresado en una etapa de “rumor electoral”, en el cual las diferentes candidaturas interpretan las cifras según su conveniencia. “Los políticos las usan como instrumento de convencimiento”, dice.
De hecho, en la práctica, los resultados públicos más actualizados de una encuestadora datan de una investigación realizada entre el 7 y 10 de enero por Market, con cómoda ventaja del oficialismo. Su gerente, Francis Romero y Cordero, señala que esa es una primera radiografía de la intención del voto en Pichincha y Guayas, que puede modificarse pues aún hay casi cuatro semanas de campaña.
Una lectura similar es la de Paulina Recalde, directora de Perfiles de Opinión. Sus últimas cifras corresponden a una encuesta realizada el 21 de diciembre, con 9 226 encuestas en 23 provincias. El estudio reflejó que los indecisos se ubicaban en el 37%. Recién para este día está programado que esta firma encuestadora revele las cifras de su última medición.
En ese escenario, Recalde subraya que esos números serán una fotografía electoral de la actualidad, pero no un pronóstico de la votación. De ahí que también señale que son los actores políticos son quienes buscan darle un sentido público-mediático a las cifras de acuerdo con sus estrategias.
Sin embargo, la mayor expectativa electoral de las últimas horas se ha centrado en un estudio de Informe Confidencial dirigida por Santiago Nieto. Extraoficialmente, varias candidaturas han lanzado números sobre esta investigación.
No obstante, Nieto explica que su consultora no ha difundido ningún resultado de sus investigaciones durante la campaña. La razón: sus estudios son financiados por un actor privado. Y, por lo tanto, solo quien financia ese programa de sondeo electoral y los suscriptores de Informe Confidencial pueden acceder a sus cifras.
En cambio, encuestadoras como Perfiles de Opinión, Market y Cedatos sí divulgarán los datos de sus próximos estudios hasta 10 días antes de las elecciones, como señala el Código de la Democracia.