Tres legisladores de provincia, de la bancada oficialista que se han abierto paso mostrando su disciplina hacia Alianza País.
Gabriel Rivera / Alianza País
Su punto más alto. Este legislador de Esmeraldas es uno de los integrantes de la Comisión de Seguridad y Relaciones Internacionales. Es abogado y se podría decir que es uno de los principales defensores en su bloque de todo lo que decida el Régimen. Ha respaldado los convenios internacionales firmados entre Ecuador y otros países como el aprobado con Uruguay. Es un legislador disciplinado que ha generado liderazgo político en su provincia, lo cual le ha permitido marcar sus territorios dentro de la bancada oficialista.
Su punto más bajo. En ocasiones apoya hasta el extremo las decisiones del presidente Rafael Correa y se contradice en sus actuaciones. Cuando en junio del año pasado, el Mandatario ordenó a sus ministros no hablar con la prensa, él comentó que lo mismo deberían hacer los legisladores de su bloque. Así fue partícipe de que el foro de discusión más importante del Estado (el Legislativo) quedara sometido a la orden del Presidente. Sin embargo, no paró de ofrecer entrevistas a los medios.
Omar Juez / Alianza País
Su punto más alto. Este asambleísta de Los Ríos fue ubicado en una de las comisiones consideradas más importantes: la de Fiscalización y Control Político, en la segunda mitad de este período legislativo 2009-2013; antes integró Soberanía Alimentaria. Este cambio se dio debido a que es uno de los asambleístas del oficialismo más disciplinados, que nunca se aleja de las decisiones del movimiento, ya que es muy cercano de los hermanos Alvarado, funcionarios clave en Alianza País y en el Palacio de Carondelet.
Su punto más bajo. Es uno de los más jóvenes de la bancada de Alianza País. Después de ganar su curul dijo que tenía conocimientos en materia agrícola y anunció que empujaría las leyes necesarias para potenciar el desarrollo de ese sector, pero en la práctica no ha concretado sus planes y más bien ha seguido las lógicas del Régimen, donde leyes claves como la de Aguas y Tierra se han detenido en el debate. Tampoco se ha convertido en una de las figuras influyentes dentro su bloque.
Mery Verduga / Alianza País
Su punto más alto. Esta disciplinada asambleísta de Santo Domingo de los Tsáchilas consiguió el respaldo de su bancada para convertirse en autoridad de una mesa legislativa. Fue elegida vicepresidenta de la Comisión de Gobiernos Autónomos en el último período legislativo. Ganó la batalla a otro de sus coidearios: Ángel Vilema. Ha buscado consolidar su liderazgo en la nueva provincia de Santo Domingo. Fue muy activa durante el debate sobre la pertenencia de La Concordia entre su jurisdicción y la de Esmeraldas.
Su punto más bajo. Pese a que la legisladora Verduga es periodista de profesión y se ha desempeñado como tal en medios privados de su provincia no ha conseguido fortalecer su imagen, no es una de las más activas usuarias de las redes sociales como Twitter, que muchos de sus compañeros dominan y usan para mostrar lo que hacen. Además, ha preferido sumarse a los criterios de su bancada en leyes polémicas como la de Comunicación antes que abrir espacios de reflexión.