La rutina en el Hospital Carlos Andrade Marín fue normal ayer. Aunque hubo pacientes que comentaban en los pasillos sobre la salud del presidente Rafael Correa, la atención al público fue la misma en el área de consulta externa.
La única diferencia es que continúan los dos patrulleros en la calle 18 de Septiembre, a la altura de la habitación del Mandatario.Transcurridas 24 horas desde la intervención quirúrgica a su rodilla derecha, donde se le colocó una prótesis, su salud sigue estable. Así lo señaló el primer informe presentado por Julio Yépez, el médico clínico que hace el seguimiento de su caso. “El dolor que sentía tras la operación de ayer (lunes) está controlado, la evolución del Presidente está dentro de lo esperado”, concluyó el reporte médico. Yépez participó en la operación practicada por el traumatólogo Pablo Ramos.
Ayer los periodistas recibieron este escueto boletín a través de la Secretaría de Comunicación sin abundar en detalles.
Pese a que los conos de la Policía aún restringían el parqueo en un tramo de la 18 de Septiembre, durante la mañana no llegó ningún funcionario público a visitar al Presidente. Únicamente se permitió el ingreso de ramos de flores. La disposición era respetar el horario de visitas de la tarde que tiene el hospital del IESS.
Según la indicación médica, las visitas, hasta ayer, estuvieron restringidas. Se informó que los familiares que lo han visitado fueron su esposa Anne Malherbe y su madre, Norma Delgado.
Al mediodía llegó el sacerdote Graziano Masón, amigo del Presidente, quien se acercó a las rejas de la puerta lateral para solicitar ver a Correa. “Estamos felices de saber que está bien, pero me gustaría hablar con él porque sé que es un católico practicante”. Llamaron a la asistente personal del Presidente y tras media hora de espera, le permitieron ingresar.
“Está recuperándose porque fue una cirugía bastante complicada, pero no deja de trabajar. Habla con un ministro, con otro”, comentó entre risas el sacerdote, a su salida. Él aseguró que, junto con la madre del Primer Mandatario, oró por una pronta recuperación, ayer en la tarde.
Desde su oficina en el Hospital Metropolitano, el doctor Ramos informó que la rodilla operada ya se adaptó al implante metálico de forma óptima. “Está evolucionando poco a poco”.Francisco de la Torre, asesor y amigo personal de Correa, comentó que en la mañana se puso de pie por primera vez. El movimiento de las articulaciones debe ser paulatino; ya empezó con sus sesiones de fisioterapia dos veces por día, en la mañana y en la tarde. Ramos recomienda que el paciente que recibe estos implantes, cuide su peso para evitar que la prótesis se desgaste. También debe limitarse en realizar actividad bruscas como el fútbol.
El Primer Mandatario aún no recibe el alta médica, por eso despacha desde la habitación a través de la Internet, según informaron fuentes de Carondelet.
En el Centro Histórico, la actividad fue casi nula aunque todos trabajaban en sus despachos.