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Es un jugador de perfil bajo, que no tiene el resplandor de los flashes en su rostro como Karim Benzema o el ausente Franck Ribéry, pero que sí tiene la misma trascendencia e influencia dentro del combinado de Francia.
Ese es Patrice Evra, el lateral zurdo y segundo capitán del equipo.
El jugador del Manchester United, compañero de Antonio Valencia, tiene 33 años y 58 partidos internacionales con su país. Debutó el 18 de agosto del 2004 contra Bosnia Herzegovina.
Desde entonces, ha sido convocado permanentemente al seleccionado galo.
Es un futbolista zurdo, que desborda constantemente por la banda (es lateral), en donde se mueve con naturalidad. Y a pesar de sus años, tiene la capacidad para regresar inmediatamente a su posición de marcador.
Por eso, incluso, ganó premios entre el 2007, 2009 y 2010, como el mejor lateral de la Liga Premier inglesa.
En Brasil disputará su tercer Mundial consecutivo, pues antes estuvo en Alemania 2006 y Sudáfrica 2010. Este último lo lideró como capitán.
Estos momentos que vive con la Selección francesa contrastan con sus inicios, cuando llegó al país europeo desde su natal Dakar (Senegal). Su padre era un diplomático, que por su labor llegó a Francia.
Casualmente, Evra tuvo entre sus amigos de infancia al exastro Thierry Henry.
¿Pero, qué lo motivó a jugar? En una nota publicada por el periodista español Víctor Molina Pozo, se precisa que mientras estudiaba en Francia, su profesora le dijo:
“Solamente uno de cada 300 niños se convierte en jugadores de fútbol. ¿Tu vas a ser el elegido?”. Sus compañeros de clases se rieron y ese instante quedó marcado en la memoria del lateral.
Así anduvo buscando esa fortuna en equipos franceses, pero sin lograr su cometido.
En Italia recibió la oportunidad en un equipo de Segunda Categoría. Luego volvió a Francia, en donde encontró ya un espacio en el Niza.
Allí se convirtió en lateral, porque sus primeros pasos los dio como delantero. Incluso, decían quienes lo veían en acción, que era el “futuro Romario”.
Como atacante no convenció ni en el Rennes, Lens, Toulouse ni en el París Saint Germain. Por eso probó fortuna en el Monza italiano para volver triunfal a casa para despegar más en el Niza.
Aquí se ganó el primer reconocimiento como lateral izquierdo, aunque Evra quería seguir como atacante. Con esa misma convicción dio el salto al Mónaco, que es uno de los clubes considerados ‘grandes’ de Francia.
Y finalmente, el Manchester United inglés puso sus ojos en él… llegó en el 2006.
Esas destrezas que mostró, ya convencido que de lateral le iba mejor, lo llevaron a integrar la Selección de su país, en donde aún espera conseguir un título internacional.
Con el United lo ha ganado todo, hasta el Mundial de Clubes.
No era fácil hacer olvidar la figura de Bixente Lizarazu, quien se retiró con casi 100 partidos.
¿Quién sería su heredero en la Selección? Por suerte, Francia contó con dos jugadores de un estilo similar: Eric Abidal y Patrice Evra.