Ramón Piaguaje, el pintor que retrata la Amazonía

El escritor Marco Antonio Rodríguez publicó un libro sobre la vida y obra del artista siecopai Ramón Piaguaje.

El escritor Marco Antonio Rodríguez publicó un libro sobre la vida y obra del artista siecopai Ramón Piaguaje.

El escritor Marco Antonio Rodríguez publicó un libro sobre la vida y obra del artista siecopai Ramón Piaguaje. Foto: Cortesía

Las pinturas de Ramón Piaguaje -Cuyabeno, 1962- están pobladas de paisajes de la Amazonía ecuatoriana. En su obra, que ha alcanzado el reconocimiento de algunos circuitos internacionales, abundan ríos, lagunas, playas, animales y una tupida vegetación.

Varias de estas pinturas se pueden ver en ‘Ramón Piaguaje. El Artista que llevó su Amazonía por el mundo’, el libro de gran formato que el escritor Marco Antonio Rodríguez publicó a finales de noviembre de 2016.

En este libro se incluyen los dibujos y plumillas que Piaguaje pintó en los inicios de su carrera artística. Cuadros en los que está retratada la vida del pueblo siona-secoya. En sus dibujos y plumillas hay imágenes en las que muestra cómo en su comunidad se realiza la preparación de los alimentos, cómo cuidan a los niños, cómo construyen sus casas y cómo mantienen vivas sus costumbres y tradiciones.

El vínculo de Piaguaje con el arte tiene sus orígenes en los años de su infancia. En el libro, el pintor cuenta que antes de agarrar un pincel ya dibujaba paisajes en el aire. Cuando tenía cinco años sus padres le enseñaron a pintar en ollas de barro, en hamacas, shigras, rostros y en túnicas, la vestimenta tradicional de los secoyas.

Desde que Piaguaje empezó a dibujar la selva tuvo claro que su intención no era imitar, en un lienzo, lo que estaba viendo sino transmitir sus sensaciones sobre ese mundo lleno de verdor que lo cautivaba.

Piaguaje, a través de sus cuadros, ha mostrado que en la selva existen innumerables gamas de color verde y distintas tonalidades de suelos ocres y de cielos color naranja.

Con el paso del tiempo la línea de Piaguaje se ha vuelto más fina y los colores y sus paisajes, aunque más copiosos, más cargados de vida. Después de que en el 2000 ganara el Primer Premio en el Concurso Worldwide Millennium Painting Competition, de Winsor y Newton, un crítico inglés se aventuró a decir que desde William Turner -uno de los mejores paisajistas de la historia- nadie lo había vuelto a seducir como lo hizo Piaguaje.

Desde la página 134 -el libro tiene 182-, Marco Antonio Rodríguez muestra el mundo de los afectos de Piaguaje. En una serie de fotografías a color, el artista aparece junto a su familia. Hay retratos de su casa y del paisaje que se divisa desde allí. Esta última parte del libro inicia con una fotografía de Celestino Piaguaje (familiar del pintor), uno de los hombres que mantiene viva la memoria del pueblo siecopai.

Más adelante, en un texto escrito en primera persona, se cuenta la historia de este pueblo y de sus personajes como El Jorá, el hombre silvestre que vive a los pies de los árboles; el Duende serpiente, que es parte de su mitología; |el Duende tigre; y los Seres acuáticos.

En estos textos también se cuenta el papel de los siecopai como bebedores de yajé y como seres vinculados a nueve espacios como el suelo, el subsuelo, la fauna, los espíritus, el hidrógeno, los cielos, los vientos, y la selva, un mundo que Ramón Piaguaje ha logrado plasmar en su obra.

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