Existen distintos tipos de deportes para distintas condiciones físicas y personalidades. Foto: Pixabay
Antes de seleccionar una práctica deportiva es necesario, según el médico deportólogo José Reinhart, realizar una valoración adecuada de la estructura osteomuscular de la persona para que no se vea afectada. Esto puede ser por una mala pisada, por una alteración a nivel de las rodillas o por problemas en la cadera…
Una vez realizado el examen deportológico se corrigen –con los especialistas pertinentes- las alteraciones y se dibuja la ruta de entrenamiento. Una persona que gusta del atletismo, pero que tiene pisada pronadora o supinadora, por ejemplo, puede iniciarse en dicha disciplina utilizando unas plantillas especiales, cuya función es la de corregir la pisada, evitando lesiones a nivel del tobillo.
Si la valoración muestra una alteración que le impida al paciente realizar su deporte favorito, el médico deportólogo está en la obligación de ofrecerle alternativas. Si tiene pie cavo, por ejemplo, tendrá que olvidarse de carreras de atletismo de largo aliento. Como opciones están: natación, yoga y carreras de cinco y de 10 kilómetros. Al superar esa distancia, los deportistas se someten a dolores intensos en la planta del pie. A esa molestia se la conoce con el nombre de fascitis plantar.
Una persona con sobrepeso, en cambio, puede pensar en la natación o en caminatas cortas. Debe evitar el atletismo de mayor impacto, ya que con el paso del tiempo podría perjudicar a sus rodillas y cadera. Por eso, una vez más, Reinhart sugiere la asistencia de un especialista. Así evitará lesiones que además de alejarlo de su disciplina favorita, lo pueden apartar de toda actividad por mucho tiempo. Entrenadores personales, galenos y atletas de élite coinciden que no se trata de hacer ejercicio por instinto, situación que con frecuencia se observa en las pruebas pedestres que se realizan en el país.
Reinhart continúa con más ejemplos. Un deportista que con frecuencia registra dolor de espalda podría intentar con rutinas índor –estacionarios y que se realizan bajo techo- como el cycling o la elíptica…
Las personas con hipertensión tienen como opción la natación, el pilates, yoga… Deben descartar disciplinas explosivas como el CrossFit y levantamiento de pesas. Y si lo hace, el peso debe ser mínimo para evitar contratiempos.
Pero así como en la selección de una disciplina interviene la condición física de una persona, también es importante el perfil psicológico. “El deporte está muy influenciado con la parte emocional y psicológica de las personas”.
Un niño que disfruta de la compañía de sus familiares y amigos podría sentirse incómodo practicando natación o recorriendo muchos kilómetros a pie. Para él lo más indicado sería una disciplina en la que pueda compartir y conversar. Entre las opciones están tenis, baloncesto, fútbol. Una persona que pierde la paciencia con facilidad, en cambio, podría practicar yoga, pilates, natación, es decir, un deporte que le transmita calma.
A continuación, un test que lo guiará en la selección de una disciplina adecuada, tomando en cuenta su condición física y su temperamento. Recuerde que toda incursión en el mundo del deporte requiere de un chequeo previo y del seguimiento de un especialista para evitar lesiones y cumplir objetivos.