Un grupo de 39 tortugas híbridas fue liberado en La Pinta, luego de permanecer en cautiverio por más de 40 años. El objetivo es que se alimenten con el forraje que cubre la isla de las Galápagos y así lograr una restauración ecológica.
El domingo 16, una cuadrilla de 30 guardaparques inició el embarque de las tortugas en la lancha oceánica Sierra Negra, para el traslado de los ejemplares.
Previamente, el personal cumplió el proceso de cuarentena para así permanecer en La Pinta, una isla de protección absoluta.
Luego de nueve horas de viaje, las tortugas, una a una, fueron desembarcadas en Puerto Posada, una playa de arena amarilla. Desde allí se inició el recorrido para soltarlas en la parte alta de la isla. Cada uno de los quelonios fue llevado por dos guardaparques.
La tarea durará cuatro días. Después, durante dos meses, cuatro estudiantes de la Universidad de Sunny de Estados Unidos monitorearán los movimientos, el uso del hábitat y la adaptación de las tortugas a este medio.
Durante la liberación de los ejemplares, la ministra del Ambiente, Marcela Aguiñaga, dijo: “Dejar en libertad estas tortugas es un hecho histórico y de remembranza para la ciencia ecuatoriana, reflejo del trabajo con ahínco del Parque Nacional Galápagos por más de 50 años”. Agregó que es un ejemplo del apoyo del Gobierno ecuatoriano a las iniciativas de conservación.
Mientras tanto, un comunicado del Parque Nacional Galápagos señaló que La Pinta fue debidamente preparada para recibir a las 49 tortugas.
En el 2003 se erradicaron las cabras, una de las especies introducidas que afectó a la flora y fauna locales e hizo que la vegetación originaria creciera rápidamente.