La pasada noche del miércoles 29 de junio, el público casi llenó la sala de conciertos de la Casa de la Música, en Quito. El motivo fue la Sinfonía No. 1 del joven compositor ecuatoriano Eduardo Florencia, interpretada, en su concierto de estreno, por la Orquesta Filarmónica del Ecuador.
Este lunes, en la sala de ensayos de la Fundación Orquesta Sinfónica Juvenil del Ecuador (Fosje), junto a casi 90 músicos, un joven se encontraba sentado sobre la alfombra del lugar. Su mirada repasaba una y otra vez las partituras de una sinfonía. Atento, escuchaba a los músicos que durante las dos últimas semanas venían repasando las partituras que él tenía entre sus manos. Con discreción, en su rostro se dibujaba una especie de satisfacción.