La pasada noche del miércoles 29 de junio, el público casi llenó la sala de conciertos de la Casa de la Música, en Quito. El motivo fue la Sinfonía No. 1 del joven compositor ecuatoriano Eduardo Florencia, interpretada, en su concierto de estreno, por la Orquesta Filarmónica del Ecuador.
Con tan solo 26 años, Florencia ha escrito una obra en la cual la fuerza compositiva de Mahler se entremezcló con sonidos de Shostakovich. Junto a ellos, en ciertos momentos, sobretodo en el tercer movimiento, se pudo notar pequeños encuentros entre Florencia y los sonidos andinos.
En el escenario, los casi 90 músicos de la Filarmónica, que fue conducida por la batuta de su director titular Patricio Aizaga, manejaron adecuadamente la obra del joven compositor.
Durante la interpretación, en la sinfonía de Florencia se podía apreciar, en ciertos momentos, una excesiva pretensión del compositor por conservar una matematización de la obra, en especial durante el primer movimiento a manera de sonata.