El pasado lunes fue el último día que Rolando Ramírez se comunicó, vía telefónica, con funcionarios de la Cancillería para conocer el estado de su solicitud de naturalización, ingresada en julio del 2013.
Su voz tiene un tono de resignación. De los trámites para su naturalización como ecuatoriano sabe poco, casi nada. Los descuidó hace tres años cuando terminó de reunir y entregó los documentos que el Ministerio de Relaciones Exteriores le solicitó para empezar el proceso de nacionalización.