La región de la montaña de Guerrero es la meca del cultivo de amapola en México y Chilapa su paso necesario para transportarla, una ubicación que convierte a este municipio en un polvorín que estalló hace dos semanas, cuando la ciudad estuvo sitiada por personas armadas durante cinco días. Jornadas de pánico que arrancaron el 9 de mayo en las que "nadie podía salir" a la calle porque "los que salían los levantaban (secuestraban), los golpeaban o los extorsionaban", asegura José Díaz Navarro, vecino del municipio.
Los cerca de 300 hombres que el sábado desarmaron a policías de Chilapa, un pueblo del sur de México, el domingo mantenían retenes en las entradas de la localidad y hacían rondas de vigilancia en las desoladas calles.