@GFMABest
A veces, los viernes no solo anuncian el final de una semana de trabajo y el inicio de dos días de descanso. A veces, los viernes también marcan verdaderos cambios de época. Anteayer, por ejemplo, será recordado como uno de esos viernes que marcaron un cambio en la trayectoria de la economía mundial.
Es que en ese día –como todos los primeros viernes de cada mes– se publicaron las cifras de empleo y salarios en Estados Unidos. Los resultados sorprendieron a propios y extraños, pues se informó que, durante el mes de octubre, se crearon 271 mil nuevos empleos, la cifra más alta registrada desde diciembre de 2014. (Se esperaba un incremento del orden de los 180 mil empleos, pero todos iban a dar por aceptable cualquier aumento por encima de los 150 mil puestos de trabajo).
El salario por hora también subió en 9 centavos, una cifra que muestra que la calidad del empleo también está mejorando en los Estados Unidos. Con esto, el desempleo habría caído a 5%, el nivel más bajo desde abril de 2008, uno que muchos economistas consideran de pleno empleo.
Si esto se confirma, el Banco de la Reserva Federal estaría listo para incrementar sus tasas de interés el próximo mes de diciembre. Sería el primer incremento de los últimos 9 años, que daría por terminada una época de extremada laxitud monetaria. Comenzaría una nueva etapa caracterizada por el retiro gradual perosistemático de la cantidad de circulante, a fin de provocar un aumento en las tasas de interés norteamericanas.
Los datos de empleo estadounidenses mostrarían que ese país está saliendo de su recesión y que convendría, por tanto, subir la tasa de interés para premiar el ahorro y castigar el consumo. Todo esto, con la finalidad de evitar que el nuevo ciclo de crecimiento que parece estar comenzando no termine boicoteado por la inflación.
La curva de Phillips –que lleva ese nombre por un economista neozelandés la que la puso en escena– muestra que existe una relación inversa entre inflación y desempleo: cuando este último baja, el primero tiende a subir y viceversa.
La curva de Phillips es la principal herramienta que la Reserva Federal utiliza para decidir cambios en la tasa de interés. Los datos de empleo del mes de octubre ofrecerían la evidencia necesaria para saber que la economía estadounidense ha llegado a un punto en donde el desempleo es suficientemente bajo como para comenzar a crear inflación.
Si la Reserva Federal sube sus tasas –como yo creo que lo hará– será en aproximadamente 25 puntos básicos. Esa expectativa ya ha sido computada por los mercados de divisas que registraron una apreciación generalizada del dólar estadounidense frente al resto de monedas importantes del mundo, como el euro, el yen y la libra esterlina.
El dólar está de vuelta. Lo hizo el viernes pasado.