Ante la creciente incidencia del covid 19 en esta capital y la renuencia de muchas personas a cumplir las restricciones establecidas, el Comité de Operaciones de Emergencia dispuso, el 19 del presente mes, una serie de medidas de prevención que se aplicarán en diciembre.
Estas normas serán más rigurosas por cuanto es la temporada de mayor actividad social, religiosa y comercial en Quito, con motivo del aniversario de su fundación española y por las festividades ancestrales de Navidad y Año Nuevo.
El COE y el Alcalde Metropolitano acordaron suspender los eventos masivos de estas celebraciones, tales como el pregón, el Desfile de Confraternidad, bailes populares, chivas, etc., y luego los “pases del Niño”, festivales navideños y “años viejos”, disposiciones que deben cumplirse por seguridad personal y colectiva.
Propietarios y administradores de bares, discotecas y chivas reclaman por el impedimento para su funcionamiento en esta época, que es de su apogeo. Aducen, con razón, que centenares de trabajadores y sus respectivas familias sufren grave afectación económica. En cambio, las autoridades correspondientes consideran que el comportamiento irresponsable de muchas personas, hombres y mujeres, que no acatan las medidas de precaución sanitaria dispuestas, atentan contra la salud y la vida no sólo de sino de familiares y de miles de otros seres humanos, lo cual es más preocupante si se toma en cuenta que la provincia de Pichincha y, en especial Quito, registran el mayor porcentaje de contagios y fallecimientos a consecuencia de la temible pandemia, por lo que es indispensable imponer las restricciones como señaladas y respetarlas.
Por otra parte es condenable la conducta de individuos inescrupulosos, ente los cuales figuran altos funcionarios y ex funcionarios públicos, que aprovechan la emergencia y la desesperación de familiares de las víctimas para perpetrar diversos delitos y enriquecerse, y cada vez recurren a nuevas estratagema, como son la falsificación de certificados de pruebas médicas para que pasajeros de avión puedan ingresar al país y la emisión fraudulenta de miles de licencias de manejo, que está anulando la Comisión Nacional de Tránsito. Los autores y cómplices de actos de esta naturaleza merecen sanción ejemplarizadora, “caiga quien caiga”.
Mientras tanto, avanza la competencia en la comunidad científica internacional para descubrir y producir una vacuna contra el hasta ahora misterioso agente infeccioso y algunos laboratorios ya la distribuyen, pero varios expertos consideran que, en ciertos casos, se ha procedido con apresuramiento y que demorará meses la comprobación de los resultados. Por tanto, es una especie de albur decidir, inclusive entre nuestras autoridades, cual de estas vacunas es más confiable. Con razón un destacado médico opina que, por ahora, la mejor vacuna es tomar las debidas precauciones para evitar el contagio.