El Gobierno está optimista, y no sin razón, ya que el precio del petróleo subió fuertemente en los últimos 30 dÃas, por encima de un precio ya estupendo. Toda incertidumbre fiscal queda atrás.
Ya no urge buscar financiamiento externo. El presidente Correa, en su caracterÃstico estilo, amenazó con expulsar a los representantes de la CAF y BID si condicionaban sus préstamos al Ecuador.
El mejor entorno fiscal induce al Banco Central a estimar un mayor crecimiento del PIB el presente año.
Aún no se publica el estimado provisional de crecimiento para 2010, aunque el Presidente del BCE, Diego Borja, informa que bajará levemente a 3,6 % de 3,73 % que es lo que mantiene el Central en su portal web.
Ojalá se logre ese mayor crecimiento en 2011; pero seguimos escépticos que incluso el resultado sea cercano a la previsión de 5,06 %, que se pretende revisar al alza.
La inversión pública, que aumentará con la mayor renta petrolera, por sà sola no tiene una incidencia decisiva en la tasa de crecimiento económico.
Mientras se mantenga frenada la inversión privada, que es la que produce los bienes y servicios que consume la población, la inversión pública dará pauta a mayor consumo de importaciones, y no de productos nacionales.
El 5,06 % de crecimiento previsto para 2011, que no aparece desglosado en sus componentes en el portal del Central, se informa se divide en 1,6 % de crecimiento petrolero y 5,59 % no petrolero.
Los datos más recientes de Petroecuador indican que la producción se encuentra estable en 500 000 barriles diarios. Si se logra mantener la producción a ese nivel, puede cumplirse con este estimado de crecimiento, puesto que la producción fue menor en la primera mitad de 2010.
Es más problemático el crecimiento no petrolero. El entorno es poco amigable para el sector agroexportador, al que se tilda de ambientalmente nocivo y contrario a la polÃtica de soberanÃa alimentaria, ya que se produce en grandes extensiones para exportar, y no en pequeñas fincas para abastecer el mercado interno.
El crecimiento de la exportación agrÃcola, las propias autoridades lo reconocen, se debe a mejores precios, no a mayores volúmenes.
La agricultura de la Costa, en términos generales, tendrá un mal año 2011, debido a la falta de lluvias en el invierno. Se corre el riesgo que la cosecha sea insuficiente y resulte en alza de los precios de los alimentos, como sucedió en 2008.
En cuanto a la industria, el problema es el clima de negocios. En meses recientes el Gobierno ha buscado mejorarlo, tanto con el Código de la Producción como mediante pronunciamientos presidenciales. Pero ese avance queda negado con un entorno negativo en otros frentes. La incertidumbre, en particular en materia laboral, desestimula la inversión privada.