En la película ‘Shrek’, el burro le dice al ogro bueno la frase que caracteriza al actual Gobierno: “El fin justifica los miedos”. Sí, el Gobierno es prisionero de “los miedos” que tiene a la transparencia y a la verdad.
Miedo a la fiscalización legislativa. Correa ni cuando parte de su bloque propuso el juicio político al fiscal Pesántez lo aceptó. Su argumento para maniobrar por Pesántez no fue que este no era responsable de lo que le acusaban, sino que en pocos meses se iba.
Conste que en esta columna señalé que no creía que la cónyuge de Pesántez era responsable de la tragedia de tránsito de la que se le culpó, pero debió haber el juicio político por otras inculpaciones contra el Fiscal.
Su protección a Pesántez fue en reciprocidad de la impunidad que antes del juicio político ya le brindaba Pesántez. Una demostración, no la única, fue la desestimación de la Fiscalía a las evidencias de las falsedades en el texto constitucional.
La obsecuencia de la Fiscalía ¿qué significará?
Ya no espero en la Fiscalía una actuación honesta en el fraude de Ivanhoe, contrato ilícito ordenado por Correa, por el que se entregó el bloque 20 de la Amazonía por 30 años a una compañía en que quienes controlan el membrete fueron procesados en EE.UU., peor aún cuando se ha designado vicepresidente de Operaciones en Ecuador a Santiago Pástor, hermano del ministro Wilson Pástor, por lo que la negociación futura del contrato más inmoral de la historia petrolera del Ecuador será “de ñaño a ñaño”. Tampoco confío en otros casos.
Bien lo dicho por el relator de Naciones Unidas. La Fiscalía sirve para relaciones públicas en los casos que quiere Rafael Correa.
Miedo a la prensa libre. Por eso, Correa le quiere poner “bozal” a los periodistas. ¿Por qué el miedo? Por el temor a que los actos de corrupción se investiguen y denuncien. Por eso, también, en la sesión del 18 de julio del 2008, en la Asamblea de Montecristi, impuso la reconsideración para que la Constitución establezca que los titulares de los organismos de control sólo salgan de nombres propuestos por él.
Miedo a la Universidad ecuatoriana no sometida a su poder y voluntad. Por eso la ley que está imponiendo. Serían castrados los estudiantes y los maestros que no sean leales a la arenga de Montalvo, cuando algo similar hizo Veintimilla en 1880 contra la Universidad Central “¡Desgraciado el pueblo donde los jóvenes son humildes con el tirano, donde los estudiantes no hacen temblar al mundo!”.
Miedo a los pueblos indígenas, por eso quiere acabar con sus organizaciones. En el Ecuador, los miedos cercan al poder de Correa. ¿Y qué desde la sociedad? ¿También se va a actuar con miedo? Rechazo la cobardía. Libertad, dignidad y rebeldía deben ser nuestras fuerzas.