Tras bloqueos y desacuerdos, la misión de ministros ecuatorianos ante la Unión Europea vino con una noticia: se cambiará la envoltura del tratado comercial. El marco de referencia para los alcances de una futura negociación con Ecuador, no es, ni más ni menos, que los Tratados de Libre Comercio que Europa ha suscrito con Colombia y Perú.
Lo primero que habrÃa que superar es el prejuicio; ese prurito ideológico de que Ecuador, soberano como es, no firma TLC con nadie, lo que ya bloqueó el TLC con EE.UU., el paÃs de mayor complementariedad para los productos ecuatorianos. Esa visión ciertamente fundamentalista también precedió a algunos de los férreos pronunciamientos de un funcionario al que contradijeron otras autoridades del mismo Ministerio de Relaciones Exteriores que habÃan labrado con dificultad distintos espacios de diálogo con la Unión Europea.
Entender la importancia de entrar al mercado europeo, preservar los privilegios y competir en, al menos, igualdad de condiciones que nuestros vecinos es una prioridad para miles de empresarios y productores ecuatorianos a los que el Gobierno está obligado a servir.
Más allá de la foto de los ministros ecuatorianos con autoridades de la Unión Europea que hace poco emitieron acres crÃticas sobre la situación de libertad de expresión en el paÃs, ahora falta afinar detalles. Primero que sea una misión técnica, no polÃtica, y además saber a ciencia cierta la fecha de las reuniones, pese a que se informó que fijarla era uno de los propósitos de la visita.
Luego, establecer con los negociadores europeos el nuevo nombre del documento que para el Gobierno del Ecuador debe ser un Acuerdo Comercial Multipartes, aunque todos sepamos que serÃa un tratado de libre comercio.