Expresión aceptada en el diccionario latinoamericano.
EL COMERCIO publicó el 20 de julio del 2017 la información de que la Universidad San Francisco de Quito y la Escuela Politécnica Nacional figuran entre las mejores universidades de Latinoamérica -en el ranking 2017- difundido por Times Higher Education, revista británica enfocada en la educación universitaria. La primera, en la banda entre los puestos 41-45 del listado, la segunda, entre 61 y 70 del ranking.
El ex – Presidente Correa, de inmediato, salió a deslegitimar a la universidad ecuatoriana y latinoamericana: “¡Cómo nos engañamos! No hay universidad ecuatoriana ni latinoamericana entre “mejores del mundo”. Es el gran desafío”.
Paradoja: Entre lo que privilegió la diplomacia, en la década de Correa, estuvieron las gestiones para que universidades latinoamericanas le concedan doctorados honoris causa al exPresidente.
Ha habido y hay universidades latinoamericanas y ecuatorianas que son de calidad, que sus profesionales en cuanto a su formación, nada tienen que envidiar a los de otras universidades.
Y, lo contrario, hay titulados en universidades europeas y norteamericanas, con pretensión de genios, pero un fracaso, sea cuando han tenido responsabilidades de gobierno, sea en los sectores privados.
En la década de Correa se afectó gravemente a la autonomía universitaria; y, lo más grave, fue el castigo a cerca de medio millón de jóvenes a quienes se les condicionó e impidió el acceso a las universidades públicas con pruebas asfixiantes, sin salida de superación de las condiciones de aquellas. Bien por las becas y el crédito para postgrados en el exterior, pero aquello no justifica ni compensa lo hecho con los aspirantes a ingresar a la Universidad.
Obsesión de Correa fueron Yachay Universidad y Yachay Empresa Pública. En la primera, lo bueno que pudo hacerse, se distorsionó con contrataciones de elevadas remuneraciones sin carga académica; y, en la segunda, se llegó a lo ridículo con el supuesto proyecto de vehículos eléctricos y sus accesorios que el propio Correa lo destacó el jueves 16 de febrero del 2017, tres días antes de la primera vuelta presidencial: “Red Tech – supuesto ofertante de la inversión de USD 3 000 millones- es un consorcio conformado por Hewlett Packard, tal vez de las tres empresas tecnológicas más importantes del mundo, y con Telsa, una firma japonesa que es líder de producción de carros eléctricos”. Las dos empresas lo desmintieron, por el uso ilícito sus nombres.
¿Y de J.G. qué decir?, ¿y del tío Rivera?.. ¿“Come solito”, este último, al tomarse las letras iniciales del sobrino para pasar el platillo y multiplicar millones de dólares? ¿Usted lector lo cree?, yo no.