Bo (izquierda) y Sunny en uno de los jardines de la Casa Blanca en Washington. Foto: Flickr White House
A pocas horas de conocer quién será el nuevo huésped humano de la Casa Blanca, vale la pena recordar a dos habitantes de cuatro patas que se alojaron allí durante la presidencia de Barack Obama: Bo y Sunny, dos perros de agua portugueses.
El primero en llegar fue Bo. Él tiene ocho años y nació en Chicago, Illinois. También conocido como el ‘Primer Perro’, llegó a la familia como un regalo del senador Ted Kennedy.
Cuando Obama dio su primera rueda de prensa como presidente electo, una periodista le consultó sobre qué perro pensaba adquirir. “Es un asunto importante. Creo que ha generado más interés en nuestro sitio web que cualquier otro tema”, dijo.
Bo, a diferencia de Sunny, es un macho negro con blanco. Foto: Flickr White House.
Aclaró que su hija Malia (en ese entonces tenía 10 años) era alérgica por lo que la familia debería buscar un perro hipoalergénico. “Por otro lado preferiríamos obtener el perro de un refugio. Pero la mayoría son mestizos, al igual que yo”, agregó haciendo referencia nuevamente a las alergias de Malia.
Los perros de agua portugueses son de tamaño mediano. Son animales de trabajo que disfrutan el agua y son una excelente compañía para las familias, según el American Kennel Club. Son inteligentes y cariñosos.
Pero Bo no llegó a la Casa Blanca siendo un cachorro. Una familia lo compró de su criador, pero lo devolvió. El senador Kennedy había adquirido un perro del mismo lugar y conoció al pequeño Charlie, que luego sería renombrado como Bo. Lo envió a una escuela de adiestramiento y luego se lo dio a la familia presidencial.
Además de sus tareas como Primera Dama, Michelle Obama debe mantener la agenda de apariciones y sesiones fotográficas de sus dos perros. Foto: Flickr White House
Tras cuatro años de disfrutar de los amplios jardines de la casa presidencial, Bo recibió una hermana. Sunny llegó en 2013. Michelle Obama la presentó al mundo a través de su cuenta de Twitter. Ella fue comprada de un criador del noreste del país al encontrarse nuevamente sin la posibilidad de adoptar.
Al respecto, el presidente de la Humane Society de los Estados Unidos, Wayne Pacelle, escribió en un blog: “Como siempre decimos en estas circunstancias, esperamos que los Obama hayan considerado la adopción o el rescate como su primera opción para obtener una mascota”, dijo.
También agradeció a la familia por una contribución monetaria hecha en nombre de Sunny a esa organización para que continúen con su trabajo de ayudar a los animales.
La familia Obama, junto a sus dos perros, saldrá de la Casa Blanca en enero. Foto: Flickr White House.