Eran las 11:30 del pasado jueves. El pastor cristiano Héctor Zapata caminaba a paso acelerado por los pasillos del estadio George Capwell. Se dirigía a la cancha de fútbol donde lo esperaban los jugadores de Emelec que habían terminado de entrenarse.
En una de las casas contiguas al estadio, por el lado de la calle General Gómez, se escuchaba la canción Todopoderoso del salsero puertorriqueño Héctor Lavoe. Zapata interpretó el tema como “una bienvenida” para él.
El predicador vestía camiseta rosada, jean y zapatos mocasines cafés que provocaban un ruido cuando hacían contacto con el piso. Una sonrisa iluminó su rostro curtido por el sol cuando vio a los jugadores que lo esperaban reunidos junto al arco sur.
Desde el año pasado, Zapata, quien es pastor de la iglesia Sembradores de Vida, brinda charlas de motivación a los jugadores. El defensa Gabriel Achillier fue quien lo invitó a que vaya a los entrenamientos y converse con los jugadores del ‘Ballet’.
Achillier y el argentino Franco Mendoza asistían regularmente a la iglesia de Zapata y escuchaban sus mensajes sobre el amor de Dios, la importancia de tener fe y de cuidar a la familia.
A inicios del año pasado, según recordaba Achillier, Emelec no estaba jugando bien y los resultados no llegaban. Antes de que se jugara la quinta jornada, el zaguero y Mendoza decidieron invitar al pastor Zapata, para que diera una charla al equipo. Hablaron con el DT de ese entonces, Gabriel Perrone, quien no puso reparos a su presencia.
En su primera charla, el 11 de abril del 2009, antes de un juego con Macará, Zapata dio un mensaje que sorprendió a todos: durante la charla en el polideportivo de Los Samanes, sitio de concentración de Emelec, él ‘profetizó’ que el equipo ganaría el día siguiente al Macará. A la par, mandó a diseñar camisetas con la leyenda: La Gloria es de Cristo, para que los jugadores la usen debajo de su uniforme.
El pronóstico del predicador se cumplió y Emelec venció 2-1 a los ambateños. David Quiroz recordaba que en esa misma charla Zapata le dijo que iba a marcar un gol de tiro libre.
El ‘Cholito’ marcó en esa ocasión el primer gol de los azules tal como se lo había dicho el pastor. “Ahora todos los fines de semana le pregunto si voy a marcar”, comentaba entre risas el mediocampista eléctrico.
Desde ese entonces, el evangélico se ha convertido en un amigo, en un confidente de los jugadores. En la calurosa mañana del pasado jueves, las muestras de afecto de los jugadores eran evidentes. Al paraguayo Fernando Giménez, por ejemplo, lo invitó a participar en las actividades de la iglesia. También dio palabras de ánimo para el defensa Luis Zambrano, habitual suplente.
Luego, con otros integrantes del plantel como Marcelo Elizaga, Deison Méndez, Jaime Ayoví compartieron una oración agradeciendo a Dios por las bondades recibidas en la semana.
El actual técnico, Jorge Sampaoli, confiesa que las charlas cristianas fueron fundamentales para mejorar la relación del cuerpo técnico con los jugadores. A inicios de año, él mantenía una relación tirante con varios miembros del plantel que buscan su salida del equipo, luego de la eliminación de la Copa Libertadores de América.
El pastor, según reconoce el DT, también le ayudó para que pueda hacerse fuerte ante las críticas de la hinchada y de la prensa. Además del apoyo espiritual, el asistente técnico Sebastián Beccacece dice que siempre contaron con la ayuda de los directivos como Nashib Nehme.
Ahora el predicador motiva a los jugadores a lograr el título. Su mensaje se repite cada semana. Los jugadores quieren creerle.