El campeonato se disputa cada dos años. Foto: Cortesía Martha Chango
Los equipos de las 17 comunidades de Salasaka disputan su torneo de fútbol. El campeonato tiene el propósito de estrechar lazos entre los miembros de cada una de las comunidades, asentadas en el ingreso de Pelileo, en Tungurahua.
Además de fraternizar entre los integrantes de los diferentes barrios, caseríos y familias de las comunidades participantes.
Baltazar Chiliquinga, presidente del Consejo de Gobierno del pueblo Salasaka, indica que entre los jugadores participantes están dirigentes, cabildos, yachaks y autoridades de elección popular.
“Hay compañeros que tienen su talento futbolístico intacto y que aún pueden dar más en las canchas. En la Liga Parroquial solo juegan los jóvenes y a los mayores les hacen a un lado. Aquí todos somos iguales por más cargo público o estudios superiores que tengan nuestros compañeros”, dice Chiliquinga.
El campeonato intercomunal se disputa con 57 equipos de los cuales 20 son clubes máster hombres, 17 equipos de mujeres y 10 de la categoría Sub 40. La Comisión de Deportes del Consejo de Gobierno de Salasaka dispuso que los partidos se jueguen todos contra todos.
El torneo inició el 17 de enero y se suspendió la última semana de abril por el terremoto de 7.8 grados en el escala de Richter, el pasado 16 de abril. El movimiento telúrico destruyó varias poblaciones de Manabí.
Manuel Quinapanta, presidente de la Comisión, indica que este fin de semana se definirán los equipos que pasen a los octavos de final. Los partidos se desarrollan en los estadios de tierra de Sanjaloma, Central, Manguiwa, Patuloma y Wasalata. Los escenarios deportivos cuentan con camerinos, sanitarios y una visera donde los asistentes se pueden proteger del sol y la lluvia.
“Los campos de juego están cuidados para esta fiesta deportiva que busca la unidad y la fraternidad de nuestro pueblo. Es algo recreativo que une a la familia de Salasaka y a sus comunidades”, comenta Quinapanta.
Entre los equipos clasificados a octavos de final de la categoría mujeres están Zanjaloma Alto, Rumiñahui, Mazanapamba Centro, Mazanapamba Grande y Llikakama. De este último equipo la goleadora es Rocío Jerez.
La menuda jugadora, de 25 años, indica que su equipo tiene una excelente línea de defensa y volantes. La delantera cuenta que una de las reglas del torneo es que los clubes no deben tener jugadoras de otras comunidades.
“Hemos salido campeonas en algunas ocasiones y este año queremos volver a triunfar. Estamos entre los ocho mejores equipos y tenemos expectativas por llegar a la final. Es duro pero lo podemos lograr”, asegura Jerez.
Los organizadores indígenas aún no definen que entregar a los ganadores este año. En las ediciones anteriores se concedió a los campeones de cada una de las categorías una res, un trofeo y medallas.
El semoviente es valorado entre unos USD 350 a 500. El segundo premio consiste en una oveja con las medallas. Mientras que el plantel que ocupe el tercer lugar recibirá un chancho y medallas.
Entre los jugadores destacados está Manuel Caizabanda, alcalde de Pelileo. El Burgomaestre se desempeña como volante creativo del equipo Manzanapamba Grande, una comunidad ubicado a 10 minutos del pueblo.
Caizabanda explica que participa en el torneo desde el
2006. El Consejo de Gobierno del pueblo Salasaka decidió que el campeonato se juegue cada dos años para no interferir en la Liga Parroquial.
“Vamos por el campeonato y por la unión de todo nuestro pueblo. Ya estamos clasificados y esperamos llegar a la final”, dice Caizabanda.