Hinchas del Hamburgo celebran que siguen siendo el único equipo que no descendió en la Bundesliga, desde 1963. En el estadio the Imtech Arena de Hamburg hay un reloj que registra el tiempo de permanencia del equipo en la primera división.
La primera ronda de la Copa de Alemania, que se juega este viernes 11 de septiembre del 2020 y en la que los clubes de primera división no pueden enfrentarse entre sí, marca un regreso muy limitado de los hinchas a algunos estadios, después de seis meses a puerta cerrada.
“38.677 espectadores autorizados este fin de semana a estar en estadios en la Copa, desgraciadamente repartidos en 31 partidos”, publica el diario Bild en su página web.
Son 31 partidos en este fin de semana de los treintaidosavos de final ya que el Bayern Múnich, que ganó la Liga de Campeones europea el pasado 23 de agosto, cuenta con un tiempo de descanso suplementario y aplazó al 15 de octubre el duelo ante el FC Düren (5ª división).
Según los reglamentos sanitarios diferentes entre las regiones y las distintas ciudades, el número de espectadores variará según los estadios. En el este del país, en el que la tasa de infección es más baja, se permitirán 12.000 personas para el Dresde-Hamburgo (lunes), 7.500 para el Rostock-Stuttgart (domingo) y 5.000 para el Magdeburgo-Darmstadt (domingo).
Por contra, clubes de regiones más afectadas por la pandemia, como Núremberg, Kaiserlautern o Múnich 1860 jugarán a puerta cerrada. Varios clubes pequeños han renunciado a su derecho a recibir a clubes de divisiones superiores debido a la situación sanitaria.
El RB Leipzig, semifinalista de Champions, juega el sábado en Núremberg (2ª) y el Borussia Mönchengladbach recibirá el mismo día al Oberneuland (5ª división), que renunció a su derecho a ser local.
El subcampeón de Alemania, el Borussia Dortmund, juega el lunes (18h45 GMT) en Duisburgo (3ª).