El color blanco es la mejor opción para las paredes y acabados generales, de manera que se complemente con los tonos vivos del mobiliario y los complementos. Foto: Archivo EL COMERCIO
La decoración de los sitios sociales de la casa siempre es una de las mayores preocupaciones porque en ellos se recibe a los invitados. Incluso la adecuación del baño se atiende, pero no siempre se piensa en las zonas íntimas. El dormitorio también puede lucir a la perfección si se toman en cuenta varios parámetros de disposición de los elementos en el espacio y de decoración.
La interiorista María Fernanda Andrade comenta que sin necesidad de gastar mucho dinero se puede convertir el dormitorio en una estancia perfecta. “No se trata de gastar mucho en muebles o complementos. Lo más importante es sacarle el máximo provecho al espacio que se tenga y saber implementar lo necesario. La funcionalidad se debe complementar con la estética en cada detalle”.
El punto de partida, indica Andrade, es el color general. En este sitio específico de la casa, el color no solo aporta con la estética del dormitorio sino que, además, permite el descanso y la relajación. “El blanco siempre será la mejor alternativa para este objetivo, ya que los tonos claros y neutros, en especial este, sugieren paz”.
Pero todo con blanco haría un ambiente apagado. Así que la profesional recomienda combinarlo en el dormitorio con grises lavados o tonos pasteles para revivir un poco el sitio pero sin dejar de lado el ambiente tenue.
Una vez planteada la gama de color para el espacio, y de la mano con este particular, está la elección adecuada de mobiliario. Andrade explica que, por supuesto, este debe conjugar en color con el resto del ambiente.
El foco central del dormitorio es la cama. “Alrededor y en función de esta se disponen los otros elementos. Todo depende del espacio con el que se cuente”.
La iluminación en el dormitorio es otro aspecto fundamental. En este sitio se requieren varias tonalidades de luz, para horas de actividad y horas de descanso. Andrade comenta que esto se logra con un buen concepto lumínico, que combine luz natural con artificial. “Las cortinas son importantes para esto porque permiten regular la entrada de luz natural”.
Finalmente, los complementos decorativos darán el toque de vida que requiere este sitio para verse y hacer sentir bien. La interiorista sugiere el uso de lámparas de noche, una alfombra, cuadros y otros adornos. “Todo debe conjugar en color y textura y tampoco hay que amontonar el dormitorio de objetos decorativos”.