Masisa propone roble para la cocina y revestimientos pintados para otros espacios. Fotos: cortesías Masisa y Aglomerados Cotopaxi; hermanmiller.com; Vicente Costales / EL COMERCIO
Las exigencias en cuanto a acabados y diseño interior son cada vez mayores, empujadas por ideas innovadoras y por las últimas tendencias.
Entre las alternativas para ambos fines están los tableros de diferentes tipos, que se usan en pisos, revestimientos, mobiliario y en detalles para cualquier ambiente.
Los aglomerados y el MDF son una opción. Esteban Jara, gerente de Marketing de Aglomerados Cotopaxi, explica que los primeros se fabrican a partir de partículas de madera que provienen de recursos renovables.
Los de MDF, en cambio, se elaboran a partir de fibras de madera, mediante un proceso de desfibrado que rompe las cadenas de lignina, la sustancia que mantiene juntas a las fibras en su estado natural.
Jara indica que “los tableros de MDF se rutean y molduran en un sinfín de opciones, acordes a las últimas tendencias de diseño a nivel mundial”.
La famosa silla Eames ICW, de madera laminada, se encuentra en Burneo
Diseño.
Ambos tableros se utilizan en puertas interiores, escritorios, modulares, revestimientos de paredes, muebles de cocina, de baño, de dormitorio, clósets, muebles de sala…
Entre las propiedades de estos materiales, Jara menciona la posibilidad de diversos diseños a partir de ellos, la incorporación de texturas en un ambiente, la resistencia a la humedad y el reemplazo de la madera sólida, “que implica ser más amigables con el ambiente”.
Para este tipo de aplicaciones también están los tableros melamínicos, con variados colores, diseños y texturas.
Estos se enchapan con láminas de madera natural, se pintan y se laminan con terminación de alto brillo, indica Gustavo Escobar, jefe nacional de ventas de Masisa Ecuador.
Aglomerados Cotopaxi aplica tableros de aglomerado, MDF o HDF.
“Los tableros están fabricados con partículas o fibras de madera de pino insigne”. Entre las bondades de estos están la rapidez de su montaje, su alta resistencia y la protección antibacterial, que protege la salud de la familia.
“Cuentan con una exclusiva protección antimicrobiana, que disminuye en un 99,9% la presencia de bacterias y moho en la superficie del tablero”.
Masisa también cuenta con opciones de HDF, “un tablero de fibras de madera de alta densidad, unidas mediante adhesivos en un proceso de prensado continuo a altas temperaturas, lo que le otorga excelentes propiedades físico-mecánicas y una gran calidad superficial”. Estos se pueden recubrir con chapa, melaminizado, pintado o barnizado.
Escobar recomienda las alternativas para estilos modernos y tradicionales, según los colores y diseños, que van desde acabados naturales y rústicos hasta colecciones que aportan con luz.
La fórmica es una opción de Disformas para los muebles de cocina.
Para el piso y las fachadas también hay opciones. Una de ellas son los tableros de aserrín de madera y polietileno, que tienen las ventajas de ser livianos, de fácil transportación e instalación, de alta resistencia al fuego, antideslizantes e hidrofugos (no absorben agua).
Esto lo indica Viviana Holguín, jefa de línea arquitectónica de Imptek. “Los tableros de este tipo tienen aspecto de madera natural. Su mantenimiento es mas fácil y económico”.
La fórmica o melamina es otra opción. Este es un material plástico que se usa mucho con fines decorativos, gracias a su versatilidad, especialmente en zonas como la cocina.
Pero el mobiliario no se queda atrás al hablar de tableros. La silla reconocida como el mejor diseño del siglo XX, por ejemplo, es de madera laminada.
Se trata de la Eames ICW, de Charles y Ray Eames, quienes tuvieron cercanía con Herman Miller, el autor de los modelos originales de esta pieza, comenta Patricia Burneo, gerenta comercial de Burneo Diseño. “El material duradero le confiere a la silla curvas suaves, apariencia blanda y atractiva. Se adaptan a casi todos los ambientes, desde hogares y oficinas hasta áreas públicas”.