El presidente Lenín Moreno ensaya un nuevo estilo de Gobierno
Joffre Flores / El Comercio Con el primer Gabinete Itinerante se cambió de modalidad, ahora existen mesas con los consejeros sectoriales.
En sus primeros 11 días en el poder, el presidente Lenín Moreno agendó solo tres apariciones públicas: un conversatorio con la prensa y cambio de guardia, festejo por el Día del Niño y su primer Gabinete Itinerante. El resto de jornadas, según la Secretaría de Comunicación, tuvo citas privadas.
Moreno había anunciado que sus ministros y secretarios deberán visitar a los medios para informar sobre su gestión, de forma “obligatoria”, y que su Gobierno mantendrá la apertura y el diálogo. Pero este ofrecimiento se cumple, por el momento, a medias.
Aunque los miembros del Gabinete sí se muestran más abiertos a informar sobre su trabajo, no todos acceden a dar entrevistas.
Los ministros del frente económico, que vienen del sector privado, se han mostrado más abiertos. Este Diario ha entrevistado a Carlos de la Torre, Carlos Pérez, Eva García, Raúl Ledesma y Pablo Campana. También a otros secretarios y consejeros del Gabinete.
Este Diario también solicitó citas con Eduardo Mangas, secretario de la Presidencia; Alex Mora, secretario de Comunicación; Andrés Mideros, de la Senplades; y la canciller María Fernanda Espinosa.
En el primer caso pidieron información sobre el perfil profesional del periodista, la temática y el espacio de difusión, antes de agendar la entrevista; en el segundo y tercer casos se informó que no hay espacio disponible en la agenda; y en el cuarto no ha llegado ninguna respuesta.
En las primeras actividades después de su posesión, Moreno mantuvo un modelo en sus reuniones con indígenas, empresarios, embajadores, banqueros, policías, militares: el acceso a la prensa fue limitado o nulo. Su equipo se encargó de la cobertura y la posterior difusión, a través de material procesado para la prensa.
El analista Luis Verdesoto considera que es pronto para hacer una evaluación, porque el nuevo Gobierno todavía no ha implementado políticas públicas. Por lo que -explica- todo está aún en discursos y gestos que deben ser ejecutados.
Desde un enfoque comunicacional, las actuaciones de Moreno dan lugar a una comparación con el estilo del expresidente Rafael Correa. Isabel Ramos, responsable de la maestría de Comunicación y Opinión Pública de la Flacso, explica que no solo hay distanciamiento con Correa sino con el estilo que imprimieron los líderes de la región autodenominados progresistas.
Él y otras figuras, como Hugo Chávez y Evo Morales, plantearon “una interlocución directa con la ciudadanía, incluso saltándose la interfaz periodística”. Las 523 sabatinas que protagonizó Correa son un ejemplo. Pero es temprano -dice Ramos- para caracterizar la estrategia de Moreno.
El Mandatario ofreció diálogo y el movimiento indígena lo puso a prueba. Sus líderes buscaron al Presidente para solicitar 20 indultos a sentenciados por delitos relacionados con protestas sociales.
Katty Betancourt, líder de mujeres de la Conaie, calificó como positivo que las ministras de la Política y de Justicia, Paola Pabón y Rosana Alvarado, recibieran a una comisión.
Pero Lourdes Tibán, también dirigente, aseguró que se “siente todavía un rezago del correísmo que podría afectar a las buenas intenciones” de Moreno. Por ejemplo, le pareció exagerado que se haya cercado Carondelet el martes, cuando la marcha pacífica no agrupaba más de 100 personas.
También criticó que el presidente del Legislativo, José Serrano, haya dedicado 39 segundos a la cita con los indígenas que pidieron 177 amnistías.
Otro cambio se percibe en el trabajo gubernamental de campo. Correa hizo un esquema semanal que pocas veces se rompía: lunes, cambio de guardia; martes, conversatorio de medios y actividades en Guayaquil; miércoles y jueves, visitas a territorio; viernes, actividades de despacho y viaje para el Enlace Ciudadano. Una vez al mes había un Gabinete Itinerante y la noche cultural.
En su primera semana completa de mandato, Moreno eligió Babahoyo para el Gabinete Itinerante y la noche cultural.
La agenda del encuentro varió parcialmente. La primera parte fue una reunión en la Unidad Educativa Eugenio Espejo, que duró hasta el mediodía, como se acostumbraba.
Pero luego del almuerzo, se implementaron las “reuniones técnicas” en la Gobernación.
Moreno estructuró siete mesas sectoriales: Producción, Seguridad, Exterior, Social, Infraestructura, Hábitat y Económica. Estarán lideradas por el vicepresidente Jorge Glas; cuatro ministros; Miguel Carvajal, Fernanda Espinosa, Augusto Barrera y Paúl Granda y por dos consejeros, Virgilio Hernández y Patricio Rivera. Así reemplazó a los seis ministerios coordinadores que modificó o eliminó con el Decreto Nº 7.
También ratificó la cancelación de los enlaces ciudadanos. Rendirá cuentas cada lunes, a las 20:00, en un informe de 10 a 15 minutos por radio y televisión.
Augusto Espinosa, legislador oficialista y exministro de Correa, considera que Moreno está cumpliendo con tener menos exposición pública. Pero -aclara- esto no quiere decir que el ritmo de trabajo y productividad sea menor.
“El Presidente tiene un estilo distinto para un momento de la historia que es distinto”, dijo y añadió que sus actividades públicas son los espacios para lograr cercanía con la gente.