El Banco Central del Ecuador (BCE) decidirá el futuro de la empresa Banalight y de los 340 empleados que fueron despedidos. Las alternativas van desde asumir la administración directamente o venderla. Aunque también existe la opción de extender el contrato de pago a los accionistas de la firma.
Ayer, por tercer día consecutivo, la compañía no abrió sus puertas ni dejó salir los 50 contenedores de puré de banano que iban al exterior.
fakeFCKRemoveDentro de las cámaras de refrigeración reposan más de 25 000 gavetas de fruta que, según la operaria Jenny Jaramillo, ya se echaron a perder. En los exteriores, 1000 gavetas más de banano verde empezaron a madurar dentro de unos ocho camiones.
Jaramillo integra la plantilla femenina que llega a 200.
Banalight, ubicada en el km 4,5 de la vía Durán-Tambo, exporta 2 000 contenedores al año y pertenece al grupo de empresas de Álvaro Guerrero Ferber, ex propietario del Banco La Previsora. La empresa tiene deudas pendientes con varios bancos cerrados, la Corporación Financiera Nacional y el BCE. Está administrada por un fideicomiso estatal para que cancele sus obligaciones.
Pero informes del Central revelan que cuando se transfirieron los activos del banco Financorp, la fiduciaria no entregó los informes del último trimestre del año pasado, en los cuales se manifiesta que la empresa ha incumplido con los términos del fideicomiso.
A eso se suma la denuncia de los trabajadores que no reciben utilidades, no han pagado la jubilación y existe una subfacturación para evadir el pago de impuestos. Emiliano Arias Morán, de 71 años, dijo que ha intentado tramitar su jubilación luego de 20 años de trabajo, pero el pedido le ha sido negado. Dijo que ha recibido presiones para que renuncie, pero se ha negado a hacerlo. “Solo quieren darme USD 1 200 y eso no lo acepto”.
Según el presidente del Comité de Trabajadores, Timoteo Mayorga, la empresa ya cerró sus puertas y despidió a todos. “Nos reunimos con funcionarios del Central, el viernes pasado, y nos aseguraron que la empresa ya era estatal porque no cumplieron con el fideicomiso. Pero ahora nos dicen que han dado una prórroga para que paguen. Si en varios años no pagaron cómo lo van a ser en días”.
Francisco Palomeque, director de Recuperación de Activos de la Banca Cerrada, explicó que la idea es que la empresa siga con las operaciones y garantice la estabilidad de los trabajadores. “Hay varias opciones. Una es nombrar un administrador provisional para luego alquilarla, o venderla dependiendo de la oferta más favorable”.