“Es probable que saquemos una preventa pequeña solo para tener un entendido de cuál es el mercado y comparar con lo que fue hecho anteriormente”, dijo Pérez. Foto: Archivo / EL COMERCIO
El Gobierno analiza colocar en febrero del 2018 petróleo bajo la figura de preventa, pero será “un volumen pequeño” y se hará por licitación, en un esfuerzo adicional por determinar la realidad del mercado para el crudo ecuatoriano.
El anuncio lo hizo el ministro de Hidrocarburos, Carlos Pérez. Será la primera vez que el Estado realice este tipo de operaciones financieras por concurso público.
“Es probable que saquemos una preventa pequeña solo para tener un entendido de cuál es el mercado y comparar con lo que fue hecho anteriormente”, dijo Pérez.
El compromiso a futuro, según el Ministro, es mantener una política de comercialización del petróleo con contratos de largo y corto plazos (mercado ‘spot’), pero a través de concursos públicos.
Mediante la figura de preventa, que se empezó a usar desde el 2009, Petroecuador vende la producción futura de crudo a cambio de la entrega de créditos o anticipos que van al Fisco. Bajo el período de Rafael Correa, Ecuador suscribió 13 contratos de este tipo con tres firmas asiáticas: Petrochina, Unipec y Petrotailandia.
Los acuerdos se firmaron de forma directa, sin concurso y amparados en convenios especiales y alianzas estratégicas entre las petroleras estatales.
De esos contratos, ocho están vigentes, que este momento están en renegociación.
Las principales observaciones del Gobierno fueron a la fórmula para determinar el precio de venta de petróleo, a la tarifa de transporte a favor de las petroleras y al volumen de crudo comprometido.
Hidrocarburos informó a finales de enero del 2018 que se llegó a un acuerdo preliminar para modificar las condiciones de los dos primeros puntos.
Los contratos contemplan una compleja fórmula, que incluye 12 factores; entre ellos los derivados que se pueden obtener del crudo ecuatoriano.
Uno de ellos es el Coque 70 (un tipo de combustible), pero el precio de este derivado dejó de publicarse y, con ello, la fórmula se volvió inaplicable. Suelen dejarse de publicar al desaparecer o caer su demanda.
La opción acordada para hacer frente a esta situación es usar el indicador del Coque 40, de similar calidad que el 70, más un diferencial (castigo sobre el precio), lo cual ya fue aceptado por las petroleras asiáticas, dijo el Gobierno.
En el transporte, los contratos establecen la obligatoriedad de que el Ecuador reconozca a las firmas chinas un rubro fijo, independientemente del destino o tipo de barco.
Según el Gobierno, esto hace que, en algunos casos, el país pague USD 1 por barril, cuando el costo real es de USD 0,30.
Tras la renegociación, se logró sincerar el flete y ahora se aplicará un valor acorde con los volúmenes transportados, es decir, a mayor volumen, menor costo por barril transportado. Esto se aplicará a los próximos cargamentos.
El tema del volumen comprometido sigue en discusión. El principal problema es que a medida que se firmaban las preventas el volumen de petróleo comprometido crecía y el monto del anticipo se reducía. Por ejemplo, Ecuador recibió en 2016 un crédito de Petrotailandia por USD 2 500 millones y comprometió la entrega de 116,6 millones de barriles.
Ese mismo año, el 1 de diciembre del 2016, firmó otro con la misma empresa, pero esta vez la compañía solo entregó de manera anticipada USD 600 millones y atados a la venta de 122,7 millones de barriles.
Ese último contrato elevó los compromisos de entrega de petróleo durante el 2017 a 123,9 millones de barriles, pese a que el país solo tenía 111 millones disponibles para exportación.
Debido a esa operación, Ecuador no pudo cumplir el año pasado con el contrato de preventa número 2011203, que se firmó con Petrochina y propuso reducir el volumen de entrega del crudo para el 2017.
Petrochina acusó a Ecuador de violación anticipada del contrato y China suspendió los desembolsos del crédito atado a ese contrato. La situación se solucionó recién a finales del año pasado, luego de conversaciones con Petrochina, que finalmente aceptó recibir menos petróleo el 2017,dijo Pérez, sin dar mayores detalles.