Ecuador vendió incluso el petróleo que no tenía en 2016

Petroamazonas arrancó este año la perforación de Tambococha, en el ITT. Se espera que produzca 25 000 barriles diarios hasta diciembre. Foto: Archivo / EL COMERCIO

Petroamazonas arrancó este año la perforación de Tambococha, en el ITT. Se espera que produzca 25 000 barriles diarios hasta diciembre. Foto: Archivo / EL COMERCIO

En la última preventa firmada por Petroecuador con Petrotailandia, el Gobierno anterior se comprometió a entregar crudo que no tenía.

Ese contrato elevó los compromisos de entrega de petróleo durante el 2017 a 123,9 millones de barriles, pese a que el país solo tenía 111 millones disponibles para exportación.

El acuerdo con la empresa tailandesa fue suscrito el pasado 1 de diciembre del 2016, por el entonces gerente de Petroecuador, Pedro Merizalde, quien es investigado actualmente por la Fiscalía, por supuesto lavado de activos.

Lo realizó de manera directa, sin concurso y amparado en una alianza estratégica entre ambas petroleras.

Mediante la figura de preventa, que se empezó a usar desde el 2009, Petroecuador vende la producción futura de crudo a cambio de la entrega de créditos o anticipos que van al Fisco. Bajo el período de Rafael Correa, Ecuador suscribió 13 contratos de este tipo con tres firmas asiáticas: Petrochina, Unipec y Petrotailandia.

En el último acuerdo, la tailandesa acordó desembolsar USD 600 millones como anticipo. Se trata del rubro más pequeño de todos los contratos firmados hasta ese entonces.

Pese a ello, el país comprometió la venta 123,7 millones de barriles, que debían ser entregados entre el 2017 y el 2021; es decir, casi 10 veces más que el anticipo recibido, considerando el precio promedio del barril de crudo en el 2017, que fue de USD 46.

Debido a esa operación, Ecuador no pudo cumplir el año pasado con el contrato de preventa número 2011203, que se firmó con Petrochina.

Ese acuerdo obligaba a Ecuador a entregar a futuro a China 16,5 millones de barriles de fuel oil, cuando la refinería del Pacífico empezara a operar. Si el complejo no entraba en funcionamiento hasta diciembre del 2016, el país debía compensar a Petrochina entregando un total de 54 millones de barriles de petróleo, por enviarse entre 2017 y junio del 2019.

La refinería nunca operó y Ecuador debía empezar a entregar el crudo a China a partir de enero del año pasado, pero no tenía suficiente volumen del hidrocarburo para cumplir con ese compromiso.

Con oficio FAC Nº 2368-OL-ACI-2016, del 14 de diciembre del 2016, el entonces gerente de Comercio Internacional de Petroecuador, Nilsen Arias, informó a Petrochina de un nuevo cronograma que reducía el volumen de crudo comprometido bajo ese acuerdo, de 21,6 millones de barriles a 8,64 millones durante el 2017, sin explicar los motivos.

Petrochina acusó a Ecuador de violación anticipada del contrato al bajar “unilateralmente los volúmenes totales de entrega para 2017”. Ese argumento consta en una queja enviada por la petrolera china al Gobierno ecuatoriano, mediante comunicación 2016073 del 22 de diciembre de ese año.

Los acuerdos de venta de petróleo con China mantienen una vinculación directa con los créditos que da ese país, por lo que cualquier modificación contractual requiere también de la aprobación del banco que otorga el financiamiento, en este caso el Banco de Desarrollo de China (CDB).

Todo esto se ampara en un convenio denominado de cuatro partes y que incluye a ese banco, al Ministerio de Finanzas de Ecuador, a la estatal Petroecuador y a Petrochina.

La reducción de volumen de crudo propuesta por Petroecuador no fue aprobada por el CDB, que en enero del 2017 suspendió los desembolsos para Ecuador.

Para reducir el riesgo por un eventual no pago del servicio de la deuda por parte del Estado ecuatoriano, China pidió a Finanzas incrementar de USD 130 millones a 200 millones el saldo que Petroecuador debe tener siempre en una cuenta en el CDB y de donde se cobran los intereses y cuotas trimestrales de los créditos.

China puede hacer cobros e incluso retener recursos de esa cuenta de Petroecuador sin previo aviso, según estableció la cláusula quinta del convenio de cuatro partes.

El Ministerio de Finanzas transfirió esos recursos mientras Petroecuador solucionaba el ‘impasse’ con China, a fin de evitar “problemas de ‘default’ (no pago) con otros acreedores”.

La situación se solucionó recién a finales del año pasado, luego de conversaciones con Petrochina, que finalmente aceptó recibir menos petróleo durante el año pasado, explicó el Ministro de Hidrocarburos, Carlos Pérez, sin dar mayores detalles. Informó que China se comprometió a liberar los USD 70 millones de la cuenta del CDB.

“Cuando se firmó la última preventa con Tailandia, no se tomaron en cuenta los compromisos que había con Petrochina, porque no entró a operar la Refinería del Pacífico”, precisó el ministro Pérez. Para este año, la situación también era compleja. Ecuador tenía disponibles para la exportación 114 millones de barriles, pero el volumen por entregar a las firmas chinas y tailandesas era de 119 millones.

Pérez indicó, sin embargo, que se logró “optimizar los contratos” activando una cláusula de algunos acuerdos que permite una variación de hasta el 10% del volumen.

Con eso, los compromisos para este año se redujeron a 109 millones de barriles. Ese margen permitirá cumplir con las entregas este año e incluso facilitó liberar ya 3,6 millones de barriles que salieron a la venta, bajo concurso, a inicios del mes pasado.

Para el 2019, el país necesitará otros 109 millones de barriles para cumplir con las firmas chinas y tailandesas y 118 millones en el 2020 (ver gráfico). Para ello, Ecuador tiene previsto subir su bombeo de petróleo, especialmente en el campo petrolero ITT (Ishpingo - Tambococha - Tiputini).

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