Trabajar por 10 horas de lunes a viernes, en un hogar en el barrio Cuba, era normal para la guayaquileña Neuralí Coroso, de 53 años. Ella lavaba, cocinaba, limpiaba la casa y era niñera, de 07:00 a 17:00. Por ese trabajo recibía USD 45 semanales y como es soltera “no le preocupaba mucho del monto”.
El 3 de noviembre pasado, Coroso fue despedida porque le pidió a su patrón que la afiliara al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS).
Ella recuerda que cuando le dio asma no tenía dinero y no pudo atenderse en un dispensario del Seguro. Sus patrones tampoco quisieron pagar los medicamentos. Ahora que no tiene empleo, la Asociación de Trabajadoras Remuneradas del Hogar la ayudan con la comida diaria.
Ayer esta mujer junto con un grupo de mujeres empezaron una jornada de reclamos, que se extenderá el próximo sábado por un mejor salario y la afiliación a la Seguridad Social.
Se ubicaron en varios puntos de Guayaquil, en los semáforos de la Caja del Seguro, Ministerio de Relaciones Laborales, Peca, Ceibos y otros. Allí instalaron mesas para entregar información.
Maximila Salazar, presidenta del gremio, dijo que la campaña busca que los patrones reflexionen sobre el derecho al salario básico y al Seguro Social. Ella teme que las trabajadoras afiliadas sean despedidas, debido a que los patrones deberán pagar a sus empleadas el décimo tercer sueldo.
El gremio presentó 16 casos de despidos en el Ministerio laboral y 30 casos en la Corte de Justicia. Hasta ahora solo un caso se ha resuelto, mediante un arreglo entre las partes. Colombia Amores, de 60 años, pudo ser indemnizada con USD 5 000, por el reclamo que hizo tras 12 años de trabajo.
Agustín Ortiz, director provincial del IESS, señala que de unas 60 000 trabajadoras, solo 13 000 están afiliadas. En el 2009 había 9 500 en Guayas. También señala que en enero se realizará una campaña de control de casa en casa para verificar las afiliaciones.