Imagen referencial. Las prendas inteligentes para determinar el estado de salud de las personas es una investigación que realiza el MIT. Foto: Pixabay
¿Alguna vez se ha cuestionado sobre la cantidad de información que alberga la ropa que usa? Las prendas que vestimos todos los días están en contacto directo con el cuerpo y los signos vitales que este emite.
Por ello un grupo de investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) analiza el desarrollo de textiles inteligentes que permitan acceder a datos sobre la salud de la gente a través de la ropa.
El equipo del MIT en un estudio publicado en la revista Matter explica que la creación de fibras y tejidos con propiedades computacionales permitirían monitorear la temperatura corporal, frecuencia cardíaca y otros signos vitales de una persona.
Con esos datos recogidos por prendas inteligentes sería posible transformar la vida de las personas y su estado de salud. E incluso, la idea es detectar de manera temprana posibles enfermedades que puedan afectar a una población.
Gabriel Loke, miembro del equipo del MIT que investiga los tejidos inteligentes, le dijo al medio especializado en tecnología SciTechDaily que con estas telas se podría detectar virus como el que nos afecta en la actualidad, el Sars-Cov-2. “Los enfoques actuales de las pruebas basadas en síntomas son indicadores rezagados y se pueden comparar a conducir solo con el espejo retrovisor. Entonces, ¿cómo creamos sistemas que sean predictivos, prospectivos y que puedan ofrecer indicadores líderes? ¿Qué pasaría si tuvieras una manera de acceder a tus signos vitales de forma continua?”, menciona el científico.
Estas ‘ropas inteligentes’ deben estar compuestas de varios materiales que permitan que las fibras se comuniquen entre sí. Las mismas deberán conservar las particularidades convencionales de comodidad y suavidad al contacto con la piel, pero deben recopilar cantidades importantes de información de los cuerpos para alimentar la inteligencia artificial detrás de cada prenda.
El estudio señala que “al fusionar el software que permite una programación ágil de las telas y las capacidades informáticas y de detección residentes en los tejidos, podremos no solo extraer información sino también formar una interfaz humana multisensorial. Las telas se transformarán en una plataforma para servicios y experiencias de valor agregado”.
Según el MIT, nuestra ropa está expuesta a un gran tesoro de señales acústicas, ópticas, eléctricas, bioquímicas y biológicas procedentes del cuerpo. Ese conjunto masivo de datos puede ser de gran aporte a la ciencia y a los sistemas de salud.