Científicos alertan que la pérdida de hielo en los glaciares suizos se aceleró en la última década. Foto: Pixabay.
La pérdida de masa de hielo de los glaciares suizos fue especialmente fuerte el pasado verano (boreal), alertó hoy (16 de octubre del 2018) la Academia de Científicos Suizos en Zúrich, que calcula que en la última década han perdido en total una quinta parte de su volumen.
En los 1 500 glaciares del país se perdieron 1 400 metros cúbicos de hielo, señalaron. Sólo el hecho de que en el invierno pasado se registraran fuertes nevadas evitó consecuencias dramáticas.
“Muchos glaciares se han derretido ya por completo en los últimos meses”, contó el glaciólogo Andras Bauer a DPA. Eso significa que la nieve del invierno desapareció rápidamente de la superficie glaciar. Algo doblemente problemático, afirma, porque la nieve clara refleja bien la luz solar y protege de esta forma las capas de hielo más oscuras de la radiación solar.
Además, la nieve del invierno es necesaria para que los glaciares puedan formar reservas, pues se va compactanado con los años y se acaba convirtiendo en hielo glaciar.
Según la academia, el pasado invierno se registró un récord de nevadas. En el cantón deValais los glaciares tenían hasta un 70% de nieve por encima de la media de los años anteriores en el momento de inicio del periodo de fundición. En muchos valles cayó tanta nieve como sólo ocurre una vez cada 70 años y por encima de los 2 000 metros el doble que en los años anteriores hasta finales de marzo.
Sin embargo abril y mayo fueron extremadamente calurosos y secos, por lo que la nieve se derritió rápidamente y no duró más que en otras ocasiones. Además, el semestre estival de abril a septiembre fue el más caluroso desde el inicio de las mediciones en el siglo XIX, escribe la academia.
Sobre todo hubo menos nieve virgen. En la cumbre del Weissfluhjoch, a 2 540 metros de altura (situado en la cordillera Plessur en Graubünden), donde desde hace 81 años se realizan las mediciones, no se llegó a los cero grados en el 87% de los días del periodo estival. Además, nunca antes como este año había caído tan poca nieve virgen entre el 17 de mayo y el 4 de septiembre.
Las mediciones no se centran en la extensión de las superficies de los glaciares, que también se ha reducido con fuerza, sino en la masa del hielo que se mide cada mes de septiembre.
Los expertos evaluaron el aumento de la nieve en invierno y la pérdida por el calor en verano.
Sin embargo, no todos los glaciares reaccionan de igual forma a las condiciones meteorológicas, explica Baude. La intensidad con la que se reduce un glaciar depende entre otras cosas de su extensión, el grosor del hielo y el ángulo de inclinación. El año pasado, sin embargo, perdieron masa prácticamente todos los en torno a cien frentes glaciares medidos en Suiza.