Lina Meruane en la Feria Internacional de Libro de Guayaquil. Foto: Enrique Pesantes/ EL COMERCIO
Criada en una familia de médicos, diagnosticada con diabetes a los 6 años, entendida “incluso hasta el afecto” en el lenguaje de la medicina e interesada en el caso clínico como historia -como detective en busca del mal-, Lina Meruane completa una trilogía de novelas que giran en torno al tema de la enfermedad. Una tetralogía clínica de libros si se cuenta el ensayo ‘Viajes virales’ (2012) con el que todo empezó…
La escritora chilena presentó en la reciente Feria Internacional del Libro (FIL) de Guayaquil las ediciones ecuatorianas de las dos primeras novelas de esta serie “involuntaria”, ‘Fruta podrida’ y ‘Sangre en el ojo’, premio Sor Juana Inés de la Cruz de novela 2012.
Los títulos fueron publicados por la editorial independiente Cadáver exquisito, de la escritora y editora guayaquileña María Paulina Briones.
“Siempre había prestado mucha atención al cuerpo en general, o al cuerpo sexuado, que también es un tema que me interesa, incluso a la materialidad y la experiencia del dolor”, cuenta Meruane.
“Cuando escribí ‘Viajes virales’ -continúa-, sobre la representación del sida en la literatura latinoamericana, empecé a pensar en cómo estaban escritas estas novelas con el telón de fondo de los debates de la globalización, y empecé a pensar en la propia novela que yo quería escribir, que era ‘Fruta podrida’”.
La ganadora del Premio Anna Seghers por la calidad de su obra dice que con la trilogía solo ha tratado de indagar en una pregunta: ¿Cómo se enfrenta un personaje enfermo –una mujer enferma en los dos primeros libros-, a los discursos disciplinarios de la medicina?
“La respuesta en ‘Fruta podrida’ es la resistencia, mi protagonista se resiste al mundo de la medicina y digamos que paga el costo por ello”, ahonda Meruane. También hay resistencia contra un discurso autoritario del lado de las mujeres en huelga que trabajan en la historia en una empresa de exportación de frutas, fundada en la dictadura chilena, lo que crea otro tipo de tensión con la disciplina y la autoridad.
‘Sangre en el ojo’, parte del planteamiento contrario, es la alianza de la enferma con el discurso de la medicina. La enferma se cobra la promesa de la salud, le exige a su médico que le devuelva la vista; de la vulnerabilidad, la ceguera y la dependencia entra en una deriva mucho más empoderada, pero también un poco más siniestra, según refiere la autora.
“Tuve un episodio médico bastante grave sobre el que escribí, novelé, fantaseé y aterroricé en ‘Sangre en el ojo’”, sonríe Meruane.
La serie de tres novelas la completa la más reciente, ‘Sistema nervioso’ (2018), en la que ya no es solo una mujer frente a su enfermedad, sino en la que todos los personajes están enfermos y hasta el perro familiar se llama Gastroenteritis.
Meruane espera que sea su último libro sobre el tema. “Yo escribo y después pienso, luego descubro que era lo que estaba intentando resolver (…) Una novela no solo es una historia, es un dispositivo para de cierta manera entender un problema”, reflexiona.