El lateral derecho Daniel Alves se entrena junto a sus compañeros, en Múnich, Alemania. AFP
El fútbol es imprevisible y su historia está llena de “milagros”. Es el principal argumento de un golpeado Bayern Munich para soñar con remontar hoy, 12 de mayo, la semifinal de la UEFA Champions League ante un FC Barcelona imponente que ganó 3-0 la ida.
“Estamos 3-0 abajo ante uno de los mejores equipos de los últimos 15 o 20 años en Europa”, advirtió ayer en Múnich el DT del Bayern, Josep Guardiola.
Consciente de que el Barcelona tiene un pie en la final del 6 de junio en Berlín, el entrenador Luis Enrique intentó evitar una confianza excesiva de su equipo.
“En el fútbol las hemos visto de todos los colores”, comentó tras la ida. “No especularemos con el resultado. Los jugadores se tomarán el partido con la intensidad necesaria”.
El problema del Bayern no es solo la abultada derrota de la ida, sino también las situaciones opuestas en las que llegan los dos equipos al partido decisivo en el Allianz Arena.
El FC Barcelona es finalista en la Copa del Rey, está a un triunfo del título en la liga española y se ve ya en la gran final europea, que sería la octava en su historia.
El sueño del triplete está intacto. Con 28 goles a favor y uno en contra en los últimos ocho partidos, Luis Enrique no tiene lesionados y disfruta de la mejor versión del tridente ofensivo formado por Lionel Messi, Luis Suárez y Neymar (MSN).
En Múnich, los ánimos del Bayern pasan por mal momento desde la llegada de Guardiola, en el 2013, debido a la racha de lesiones y de frustraciones deportivas que se acumularon en las últimas semanas.
Campeón de la Bundesliga, el Bayern se despidió ya del triplete al caer en semifinales de Copa y suma una racha de cuatro derrotas consecutivas -un récord para Guardiola- y 360 minutos sin marcar.
Guardiola sigue sufriendo además una plaga de bajas que lo dejó sin sus principales figuras en el tramo decisivo de la temporada: Arjen Robben, Franck Ribéry, Holger Badstuber o David Alaba.
La situación actual dista mucho de la última visita del FC Barcelona al Allianz Arena de Múnich, en donde cayó por 4-0 en la ida de las semifinales del 2013.
El Bayern se impuso después en la vuelta 3-0, sepultando las esperanzas de aquel FC Barcelona entrenado por Tito Vilanova.
El duelo de hoy supone un enorme reto para Guardiola, que recibió muchas críticas por parte de exjugadores del Bayern en los últimos días, justo antes del trascendental duelo en Múnich.
¿Se reencontrará el Bayern con el arco justo ante uno de los equipos más fuertes de Europa? ¿Podrá marcar al menos tres tantos e impedir que Messi y compañía conviertan un gol que obligaría al Bayern a hacer cinco? Guardiola apostó por una receta: la paciencia.
El técnico hizo hincapié en centrarse no solo en el ataque, sino también en “defender”.
Lo cierto es que el calificativo de “milagro” con el que la prensa y los jugadores alemanes ven la remontada se justifica en las estadísticas. Solo un equipo remontó tres goles en contra en Champions: el Depoirtivo La Coruña ante el AC Milan en el 2004.