La pasión del fútbol genera comportamientos difíciles de explicar. Para los aventureros no hay barrera que impida demostrar su cariño por los colores del equipo de sus amores. Los hinchas bolivianos llegaron a Quito y, en la noche del lunes 12 de octubre del 2015, buscan entradas para apoyar a su Selección.
Juan Carlos Choque es un estudiante universitario de
24 años que llegó la mañana del lunes a Quito. Él arribó a la terminal terrestre de Quitumbe, en el sur de Quito, y de inmediato preguntó la ruta para ir al estadio Olímpico Atahualpa.
Para este joven boliviano, oriundo de Santa Cruz, quedó en un segundo plano conocer los atractivos turísticos de Quito. Él pasó por alto que Quito haya conseguido, el pasado domingo, el World Travel Award como destino líder de Sudamérica. Incluso, que no tenía ni para comprar comida ni para alojarse en un hotel aunque sea de baja categoría. A las 20:00 de este lunes 12, él pedía colaboración a los ecuatorianos para completar para su entrada.
El frío de la noche quiteña se hizo sentir. Una garúa permanente empapó a los hinchas que aún quedaban en los alrededores del estadio. El abrigo de Juan Carlos Choque era la bandera roja, amarilla y verde que la tenía en su cuello.
Choque espera que su sueño se haga realidad y que pueda completar el costo de la entrada. Este panorama se complica si se tiene en cuenta que ya se terminaron los boletos para la localidad de general. Las más baratas que aún tienen los revendedores son para la localidad de preferencia. Estas tienen un costo que va desde los USD 55.
El viaje de Juan Carlos empezó hace un mes. Fue a conocer algunos países y programó llegar unos días antes a Quito para ver el partido. Debido a complicaciones llegó esta mañana y no tiene un lugar para dormir. No le asusta la idea de quedarse en la calle, sino de que le roben los dólares recolectados para su boleto.
La ilusión de este joven boliviano es que su selección gane
3-2 al combinado ecuatoriano, tal como sucedió en la última edición de la Copa América en Chile.