Arellano (izquierda) durante su paso triunfal en la competencia de los 15 km de los Juegos Mundiales de Olimpiadas Especiales. Foto: Olimpiadas Especiales.
La medalla de oro que logró ayer (16 de marzo del 2019) alienta aún más su sueño: correr un Tour de Francia junto al carchense Richard Carapaz y el colombiano Nairo Quintana, sus ídolos. Ayer, David Arellano ganó la medalla de oro en los 15 kilómetros ruta de los Juegos Mundiales de Olimpiadas Especiales.
“Quiero que la gente conozca de lo que soy capaz”, decía Arellano antes de llegar a Abu Dabi a la cita más importante del deporte especial, donde participan 7 000 deportistas de 170 países. Ayer subió a su bicicleta y pedaleó como todos los días lo hace en la Panamericana, por los caminos cercanos a su Cayambe. “A este deporte le pongo muchas ganas y coraje”.
Este domingo volverá a disputar una final, será en los 40 km donde también quiere lograr una medalla.
Sus 20 años son solo un referente cronológico. Es un adolescente que transmite sencillez y transparencia. Le gusta cuidar su apariencia, para venir a los Juegos Mundiales recortó su cabello, pero además, jamás se despega de las gafas, “hay que cuidar la pinta”.
Ayer cumplió uno de sus sueños, ganar una medalla de oro mundial. Su gran ilusión es pedalear algún día con Carapaz, el carchense que logró el cuarto lugar en el Giro de Italia, del año pasado, y con Quintana, el primer colombiano en ganar el Giro de Italia y la Vuelta a España. “A Richard lo he visto en varias carreras en Tulcán, también a Byron Guamá”.
A Nairo, el compañero de Carapaz en el Movistar Team, lo sigue por redes sociales. Su sueño es pedalear con los dos, y pedirles consejos para seguir caminando en este mundo de la bicicleta y el asfalto.
Dos medallas más
Ecuador logró dos medallas más este sábado. Miguel Párraga alcanzó la presea de oro en los 50 metros libre. El adolescente, de 16 años, debuta en los Juegos Mundiales y en un evento internacional. Fue nuevo para él competir con nadadores extranjeros, viajar tan lejos de su casa y subir en un avión. No es tímido, más bien curioso. Le gusta preguntar, vivir, sonreír.
La victoria y la presea de oro la dedicó a su abuela, quien le prepara los famosos huevos moyos, típicos de Manabí, y también suspiros y galletas de almidón. Claro que algunos son para él y otros para la venta. “Viva Manabí”, gritó en un mensaje de voz que lo envió a todos sus amigos y compañeros en Abu Dabi.
Mariana Torres, de 20 años, le dio a Ecuador una medalla de plata en los 200 metros. La ‘gacela’ rozó el oro, pues en los primeros 80 m lideró la competencia, con gran soltura hasta salir de la última curva, cuando bajó el ritmo. Fue allí que le ganaron el oro, sin embargo, se sintió feliz por esa primera medalla mundial que colgó de su pecho. Su registro fue de 29 segundos.
Habla poco, pero recuerda que ya tiene 20 medallas en su poder, desde hace 10 años que lleva en Olimpiadas Especiales. Vive en Ibarra y fue en el 2017 que debutó a nivel internacional en los Juegos Latinoamericanos de Olimpiadas Especiales donde logró las medallas de oro en los 200 metros y también en el relevo 4×100 metros. Su padre, Mariano Torres, es su motivador y quien la lleva a sus entrenamientos, no solo en Ibarra, también en Quito.
Es admiradora de Ángela Tenorio, poseedora de la marca nacional de los 100 y 200 metros. Su primer entrenador fue Edmundo Hurtado, quien dirige el movimiento de Olimpiadas Especiales en Imbabura.
Hoy, Ecuador tiene un día importante, donde las preseas seguirán. En ciclismo, atletismo y pesas, el país puede esperar más hazañas deportivas en Abu Dabi.