La cancha del estadio Rumiñahui no presentó las condiciones adecuadas para el partido ante Liga de Quito. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO
El estadio Rumiñahui, de Sangolquí, seguirá como fortín del Independiente del Valle, para el partido diferido contra Emelec, este miércoles 8 de abril, a las 19:00.
El gramado del escenario quedó deteriorado tras el partido disputado ante Liga de Quito (1-1), con un lodazal que complicó el transitar del balón y de los futbolistas.
Pero, según indicó Óscar Lara, coordinador del cuadro del valle de Los Chillos, los trabajamos de recuperación los empezaron este lunes 6 de abril. “Estamos cambiando la chamba (pedazos de césped) en los sectores más afectados”, detalló a este Diario.
El directivo justifica que Sangolquí es la casa del Independiente y forma parte de su identidad.
Por eso trabajan a contrarreloj para dejar el gramado en buenas condiciones, a pesar de las últimas lluvias que han azotado a este sector, especialmente.
“Trataremos dejarlo mejor de lo que estuvo, tampoco podemos hacer milagros”, aclaró Lara en horas de la tarde, mientras que en el estadio se trabajó bajo un cielo gris, con leves destellos de sol. “Los trabajos están a cargo del club -precisó-, aunque debería hacerlo la Liga cantonal, propietaria del estadio y en encargada del mantenimiento”, esto ante los rumores que apuntaban que este encuentro se iba a disputar en el estadio Atahualpa.
Este partido corresponde a la novena fecha del Campeonato Nacional, que ambos clubes concordaron en aplazar por sus participaciones en la Copa Libertadores. El árbitro será José Luis Espinel.
Mientras tanto, el plantel de futbolistas del Independiente del Valle trabajó la mañana del lunes con movimientos tácticos y una sesión de fútbol para que el estratega escogiera el equipo titular, a puertas cerradas.