Luis Scola, de Argentina, encesta ante Rudy Gobert y Louis Labeyrie de Francia. AFP
Luis Scola tiene 39 años y es el único sobreviviente de la generación dorada del baloncesto argentino, en donde brillaron talentos como Emanuel Ginóbili, Fabricio Oberto, Andrés Nocioni y otros. El histórico equipo logró el oro olímpico en Atenas 2004, el bronce en Pekín 2008 y la plata en el Mundial de EE.UU. 2002.
Ahora, con un equipo más joven, en el que también se destacan Facundo Campazzo, Gabriel Deck y Nicolás Laprovittola, Scola condujo a Argentina a un nuevo hito: clasificarse a la final del Mundial de Baloncesto en Pekín.
El viernes 13 de septiembre del 2019, el equipo sudamericano venció 80-66 en las semifinales del certamen con un Scola monumental, que anotó 28 puntos. En la final, Argentina se enfrentará el domingo 15 de septiembre, a las 07:00, con España, que se impuso a Australia, por 95-88.
Los dos finalistas son fuerzas parejas. Están invictos en el certamen y han mostrado rendimientos sobresalientes en el Mundial. Argentina tiene un promedio de 87,6 puntos por juego, contra 82,9 de España. En rebotes están iguales: 34,7 por juego. La precisión de lanzamientos de dos puntos es de 51,6% en los sudamericanos y 55,6% de España. En lanzamientos triples, el cuadro argentino tiene un porcentaje de aciertos de 36,8% contra 31,9% de los ibéricos.
El equipo argentino se aseguró la plata, que ya logró en Indianápolis 2002, preludio del histórico oro en los Juegos de 2004. Queda a un paso de igualar su título mundial en 1950, cuando se impuso como anfitrión en la edición inaugural del torneo.
Argentina, dirigida con maestría por Campazzo, rompió el partido en el tercer cuarto, llevando el juego a un nivel inalcanzable para Francia.
Tras derrotar a Estados Unidos en cuartos, Francia tuvo una durísima vuelta a la realidad. Evan Fournier tuvo un mal día, metiendo solo uno de sus seis intentos de triple para un total de 16 puntos. Nando Di Colo, el otro exterior estrella, se quedó en 11, mientras que el base de los New York Knicks, Frank Ntilikina, sumó 16.
En cambio, en Argentina, el experimentado Scola vive un momento dulce: según la estadística de la FIBA, es el jugador de su equipo con mejor promedio de anotaciones por juego (19,3), el que más rebotes alcanza (8,1).
España, en tanto, tuvo que sufrir para imponerse a Australia tras dos prórrogas (95-88). Australia fue por delante durante prácticamente todo el choque, pero España ajustó su defensa en la recta final y se aprovechó del despertar ofensivo de Marc Gasol (33 puntos, 29 en la segunda parte) para llevarse el duelo. Jugará por su segundo título mundial, tras el logrado en Japón 2006.
España sobrevivió a su escaso acierto en la primera parte, para finalmente ofrecer una lección de experiencia, coraje y sangre fría. “Ganar, y hacerlo además así, después de jugar contra un superequipo que ha competido los 50 minutos, te hace muy feliz”, dijo el seleccionador Sergio Scariolo.