Trabajos del Metro en la Av. Mariscal Sucre y Av. Rodrigo de Chávez completa va la circulación vehicular del sector. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
La circulación de vehículos es lenta en la intersección de las avenidas Rodrigo de Chávez y Mariscal Sucre, en el barrio La Mascota, sur de Quito. La razón: el cierre del cruce vial desde la noche del 23 de mayo del 2018 por trabajos del Metro.
La tarde de este lunes 28 de mayo EL COMERCIO constató una intensa congestión vehicular en el sector, donde se aplican desvíos viales.
En ese punto se construye un pozo de la salida del Metro. Será de 6,5 metros de diámetro y 36 de profundidad, el cual dará servicio al tramo del túnel comprendido entre la parada La Magdalena y San Francisco.
La circulación de vehículos es lenta en la intersección de las avenidas Rodrigo de Chávez y Mariscal Sucre, en el barrio La Mascota, sur de Quito. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
Maquinaria y obreros se encuentran allí. El sitio fue cercado y se programó el cierre de tres carriles: dos en sentido sur-norte y uno de norte a sur. Ante eso, las autoridades implementaron un plan de movilidad que abarca varios desvíos viales.
Vecinos y conductores indicaron que la circulación de automotores es un caos.
“Hay mucho tráfico, mucha congestión. Es un problema. Ahora me demoro 10 minutos más en salir”, precisó la conductora Carolina Vaca, quien se movilizó al sur de la ciudad.
Lo mismo indicó el taxista Eduardo Padilla. “Con el cierre de la Rodrigo de Chávez estamos complicadísimos”. Le preocupa que los trabajos allí se demoren ocho meses como ha señalado el Municipio.
Los propietarios de negocios en esa zona aseguran que les ha perjudicado el cierre de las vías.
La intersección entre las avenidas Mariscal Sucre y Rodrigo de Chávez, en el sur de Quito, fue cerrada desde las 22:00 del jueves 24 de mayo del 2018. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
Jefferson Correa es dueño del Barber Shop ubicado en la esquina de la Rodrigo de Chávez y Mariscal Sucre. Desde las 11:00 -cuenta- el tráfico “se ha vuelto fatal, no hay fluidez”.
La maquinaria que se colocó en el sector, agregó, ha ocultado la visibilidad de los transeúntes y él teme que la gente no acuda a su local porque no lo miran desde el otro lado de la vía.
“Desde que comenzaron las tareas, bajó la cantidad de clientes. El número de comerciantes también disminuyó. Se ve ahora más carros”, precisó Correa.
Nelly Chasiluisa vende frutas. Dice que la obra le ha afectado porque la gente ya no mira, desde el otro lado de la avenida Mariscal Sucre, los productos que comercializa.
Coincidió en que el “tráfico está terrible” y causa problemas para los peatones. Asimismo, hay más ruido por los pitos de los carros y el sonido de los motores que permanecen parados hasta avanzar.