El 3 de mayo del 2020, cámaras de seguridad captaron el momento en el que un hombre intentó huir de un grupo de personas en San Blas para no ser víctima de un asalto. Foto: captura.
La forma de perpetrar los asaltos se repite. Los sospechosos se mueven en grupos por las calles de Quito hasta encontrar a las posibles víctimas. Los robos duran menos de un minuto y son violentos.
Uno de esos hechos quedó registrado en una cámara de vigilancia en el sector de Chillogallo, en el sur. Una pareja que conversaba frente a su casa fue sorprendida por dos sospechosos que se movilizaban en una camioneta.
Una de las víctimas corrió mientras los asaltantes apuntaban con armas al hombre a quien arrebataron su celular. Él los persiguió cuando huyeron hacia el vehículo que los esperaba.
El martes pasado, una mujer que caminaba sola en la intersección de la av. 10 de Agosto y Riofrío fue sorprendida por cinco personas que aparentaban ser vendedoras informales. Los atacantes vendían guantes y mascarillas. También, caramelos de eucalipto.
Un equipo periodístico de este Diario atestiguó cuando la víctima fue rodeada mientras caminaba hacia el sur. Las manos de las atacantes se movían rápidamente para sustraerle objetos que estaban en dos maletas que cargaba en su espalda y pecho.
La Policía señala que los sospechosos se mueven en grupos y simulan que realizan actividades de comercio. Cuando encuentran a una persona vulnerable (que camina sola y con objetos de valor) la atacan.
El comandante de la Policía en Quito, Fausto Salinas, señaló que han reforzado los patrullajes en las calles para prevenir el robo a personas. De hecho, han capturado a siete individuos cuando forcejeaban con las víctimas.
También se han concentrado en las investigaciones de casos más graves.
Por ejemplo, hace dos semanas dieron con dos personas que asesinaron a un hombre para robarlo en La Argelia, en el sur. Las investigaciones permitieron la captura de otra banda en Ponciano (norte).
Los hombres tenían armas de fuego con la que amedrentaban a las víctimas que ya habían puesto denuncias.
Según el Comandante del Distrito, las bandas aprovechan que los agentes hayan terminado las rondas. Luego, asechan a sus posibles víctimas. Actúan en grupo en los que suele haber uno que hace las veces de campana para alertar la presencia policial.
Otra de las características de estos robos es que se producen en el día, mientras hay circulación de personas antes de las restricciones a la movilidad. Según Salinas, los delincuentes se retiran en las tardes y noches porque hay más control y vigilancia de policías y militares que revisan los documentos de cualquier persona que esté en las calles.
Para ofrecer mayor seguridad, en algunos barrios, sobre todo en el centro, se ordenó que los patrullajes arranquen a las 05:00.