Nuevas cámaras del plan piloto están en el corredor turístico El Panecillo. Fotos: Galo Paguay / EL COMERCIO
Las cámaras Hikvision se instalaron en el corredor turístico El Panecillo y pueden identificar rostros con una precisión del 96%. Los dispositivos forman parte de un plan piloto de videovigilancia en el Distrito Metropolitano de Quito.
El monitoreo se hace desde el cuartel del Cuerpo de Agentes de Control Metropolitano (Puengasí), frente a un ‘videowall’ (pantallas en la pared), para supervisar el uso del espacio público. Euclides Mantilla, secretario de Seguridad y Gobernabilidad y general en servicio pasivo de la Policía, sostiene que está en marcha un proceso precontractual para potenciar con este tipo de equipos el sistema de control.
“Estas cámaras son útiles para identificar personas en deuda con la ley o desaparecidos, por ejemplo. Podemos comparar la imagen con una base de datos y, dependiendo de las características, se logra una identificación de hasta 96% de efectividad”, dice Mantilla.
Estos equipos (actualmente dos) están a prueba y se complementan con el sistema Hik Control. Sin embargo, aún no se ha definido qué marca de cámaras se comprará.
Según Mantilla, además de esta empresa, cuya sede está en China, hay fabricantes de Israel, Europa y EE.UU. Ahora se trabaja en los términos de referencia para llamar a un concurso público y se está definiendo en qué sitios se colocarán y cuántas podrán comprarse con el presupuesto que reservó el Cabildo para ellas.
Según la Secretaría de Seguridad, con estos sistemas se pueden fotografiar los rostros de las personas y cargarlos en la base de datos. Una vez detectadas las similitudes, se puede informar a qué hora y en qué fecha pasó una persona por un lugar. El sistema entrega una foto y un fragmento del video, para que luego se pueda ver completo si es necesario. Las cámaras tienen una rotación de 360 grados, al igual que las otras 937 que hay en Quito.
Muchas están en espacios públicos, parques recuperados y parques metropolitanos. Ahora está en marcha también la reubicación de las cámaras para reforzar puntos con mayor incidencia de inseguridad, como el Centro Histórico y La Mariscal. Además, se colocaron seis cámaras en el parque Bicentenario para reforzar la vigilancia luego de que allí una turba acabara con la vida de un joven sospechoso de haber violado a una muchacha.
El sistema de video está conectado en tiempo real con el ECU-911, que dirige Juan Zapata. Él señala que la videovigilancia es vital no solo frente a delitos consumados sino para frenarlos y monitorear situaciones de riesgo por desastres naturales o accidentes.
En el último feriado de mayo, con ayuda de las cámaras se evitaron 743 delitos a escala nacional, de ellos 266 en Quito; que gracias a esta alerta se quedaron solo como incidentes.
Según Zapata, en el Centro Histórico de Quito están ahora 68 de las 138 cámaras que hay en toda el distrito de Policía Manuela Sáenz. La reubicación se hace con un estudio entre la Policía Nacional, el Municipio y el ECU 911.
En el Centro Histórico esperan que esta medida ayude a reducir la inseguridad que ataca hasta en sitios insólitos.
Fanny Román es comerciante desde hace 49 años y tiene un puesto en la Benalcázar y Chile, justo al lado de la Vicepresidencia y detrás del Palacio de Carondelet. La semana pasada se encontró con que alguien forzó dos candados y le robó una canasta en donde tenía USD 240 dólares y mercadería por un monto de 720. “No es justo, era mi trabajo de tanto tiempo”, reclama.
Ella afirma que hizo la denuncia en la Fiscalía y reclamó a los uniformados que custodian ambas entidades públicas. “Dijeron que colaboran y cuidan por dentro. ¿Y si alguien pone una bomba desde mi puesto? ¿Se acaba el Palacio y no se dan cuenta?”, dice.
Desde la esquina ha visto cómo, en grupos o solos, arranchan celulares y carteras a los transeúntes. Sabe que en las noches hay asaltos. “Sería bueno que nos colaboren a todos y que nos den resguardo”.
En el Palacio Arzobispal hay dos guardias. Luis Vera cuenta que suelen entrar personas ebrias a mendigar y también ladrones. Deben cuidar a los turistas a quienes en un momento de descuido, mientras comen, les roban hasta sus platos. “Nos toca intervenir y a veces nos amenazan. El otro día uno nos dijo que nos iba a meter tres balazos. Vienen con cuchillos también”, relata.
La idea de reforzar la videovigilancia apunta a reducir los delitos y no se aplicará solo en Quito sino en todo el país. Zapata explica que los términos de referencia para todos los municipios se diseñarán en el proyecto de repotenciación, a cargo del Ministerio del Interior, la Secretaría de Gestión de Riesgos y el ECU-911.