El Presidente de la República se reunió con la representante del FMI en Washington. Foto: Archivo/ EL COMERCIO
La percepción del Ecuador ante los mercados internacionales se deteriora y ello complica aún más el acceso a financiamiento internacional o el plan para vender activos estatales.
Lo anterior se refleja en la escalada del indicador de riesgo país, que ayer se ubicó en 1 979 puntos, la cifra más alta registrada durante este Gobierno y la mayor desde junio del 2009, cuando llegó a 2 780 puntos.
El alza se registra desde octubre del 2019, luego del paro nacional.
El riesgo país sirve para identificar qué tan propenso es un país de caer en mora en sus obligaciones de deuda. Mientras más alta es la cifra, más riesgosa se considera a la nación y, por ende, las tasas de interés que pagaría el país si coloca nueva deuda aumentan.
El alza del indicador de Ecuador se explica por dos factores. El primero es el desplome del precio del petróleo, que reduce los ingresos fiscales, muy dependientes del crudo.
Ayer, el precio del petróleo West Texas Intermediate (WTI) cayó a USD 41,28; esto es una reducción de 10,07%, la peor jornada desde 2014.
La caída del crudo registrada ayer, 6 de marzo del 2020, se dio luego del fracaso en las negociaciones de la Organización de Países Productores de Petróleo (OPEP) para profundizar los recortes en su producción.
La tendencia a la baja en los precios del petróleo se arrastra desde febrero pasado, ya que se prevé una menor demanda de crudo ante la expansión del coronavirus en el mundo.
El crudo WTI sirve como referencia para el precio del barril de crudo ecuatoriano. En los primeros tres días de marzo, el barril de crudo local se vendió con un castigo de USD 7,5. Eso significa que, con la cotización de ayer, el hidrocarburo local está en USD 33,78. Es decir, USD 17,5 menos que lo presupuestado para este año.
El segundo factor que ha incidido en la escalada del riesgo país es la preocupación que se generó en los mercados por el futuro del acuerdo económico entre Ecuador y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El Fondo ratificó ayer que el plan con Ecuador sigue. Finanzas, sin embargo, dijoel jueves que el cronograma de desembolsos se está ajustando.
Si no llegan los recursos del Fondo y el ingreso petrolero sigue cayendo, emitir bonos en el mercado internacional no es una alternativa viable para el país, dijo Santiago Mosquera, director de USFQ Business School, porque no hay apetito de los inversionistas por la deuda ecuatoriana.
Los inversionistas buscan deshacerse de los papeles de deuda ecuatoriana y poner su dinero en instrumentos más seguros, como el oro o los bonos del Tesoro de EE.UU.
En este escenario, si el país tuviera recursos disponibles, sería el momento ideal para recomprar bonos (lialibilty management), como hizo en junio del año pasado, añadió.
Otra alternativa de financiamiento que se complica por el aumento de riesgo país es la concesión o monetización de activos del Estado.
El Gobierno presupuestó recibir este año USD 2 000 millones por monetización de activos como la CNT, Banco del Pacífico y la central Sopladora.
Rodolfo Cappelo, socio de Deloitte, explica que a mayor riesgo país, menor valoración del bien por monetizar.
Es decir, si el riesgo país es alto, la tasa de descuento que se debe aplicar a los flujos que se esperan recibir de la inversión también aumenta.
“El interés de un inversionista viene dado por la capacidad de recuperación de la inversión realizada y lo que el activo, sea un bien o una empresa, pueda generar en valor adicional bajo su administración”.
La poca transparencia sobre cómo avanzan los procesos de monetización genera dudas en los mercados sobre cómo logrará el Gobierno conseguir ese monto que tampoco se logró en el 2019, menciona Miguel Ricaurte, economista jefe para la región andina de Itaú.
“El país tiene poco margen de maniobra para reducir el déficit si no se da la monetización”, comentó el analista.
Ricaurte añadió que esta situación reveló la “alta dependencia del Ecuador a los recursos del FMI”.
Estaba previsto que el multilateral desembolse USD 348 millones este mes, luego de la cuarta revisión de metas trimestrales acordadas con el organismo. Si bien un equipo técnico del Fondo estuvo en Quito en febrero, no se ha confirmado si cumplió esa tarea.
El nuevo contexto internacional y las casi nulas previsiones de crecimiento de la economía ecuatoriana para este año (0,7%) podrían complicar la capacidad de captar depósitos y atraer recursos internacionales desde el sector financiero, advirtió Julio José Prado, titular de la Asociación de Bancos Privados del Ecuador.
El directivo dijo, sin embargo, que se mantienen perspectivas de lograr un crecimiento positivo del crédito este año.
Standard & Poor’s mantuvo la calificación crediticia para Ecuador en B-/B con perspectiva estable, informó la firma.
La decisión se debe a que espera que el Gobierno mantenga un compromiso constructivo continuo con el Fondo Monetario y que las políticas se mantengan en el 2021, a pesar de ser un año electoral.