En el interior del Parque Bicentenario todavía se realizan trabajos. Foto: EL COMERCIO
Después del anuncio de que en el parque Bicentenario se realizará el festival Quitonía, en el que participará el reconocido cantante británico Sting, los comerciantes expresaron su apoyo, mientras que los residentes están en contra.
Julio César Agudelo vende comida rápida en un local de la avenida Amazonas. Dice que sus ventas bajaron desde que el aeropuerto se cambió a Tababela. “Antes vendía USD 150 diarios, ahora tengo suerte si vendo USD 15”.
Según él, entre sus comensales estuvieron pilotos, azafatas, personas que dejaban encomiendas y camioneros. “Estamos totalmente perjudicados porque no existen conciertos, ningún evento”, dice.
En el concierto de Metallica tuvo buenos ingresos. Agudelo señala que la gente hizo fila en los exteriores del parque por cuatro días. “Ahí vendía USD 600 diarios y el día del concierto, USD 1200”.
Desde que se enteró que Quitonía será en el Bicentenario está esperanzado para pagar algunas deudas que adquirió en el mantenimiento del negocio.
En cambio, para los vecinos que tienen sus viviendas en el sector, el concierto de Metallica les dejó un mal sabor. Alba Martínez, propietaria de un departamento de la calle Río Bravo, explica que hubo problemas. “Fue un muladar. Hubo ventas, ruido y no hubo letrinas”, recuerda.
Esta opinión la comparte Digna Arias, propietaria de una casa en la calle Río Curaray. “Yo no pude dormir hasta las 03:00, cuando se acabaron todos los problemas que se produjeron luego del concierto”.
Tras concluir el concierto de la banda Metallica, el 18 de marzo pasado, hubo daños en los alrededores del parque Bicentenario.
El Ministerio del Interior informó que 44 personas fueron detenidas esa noche. El secretario de Estado, José Serrano, indicó que algunos asistentes protagonizaron “hechos de violencia”. Además, las autoridades explicaron que 10 policías resultaron heridos.
El comerciante Víctor Quiñónez afirmó que estos hechos fueron aislados y que no se debe suspender todos los megaconciertos por este antecedente.
Antonino Hidalgo, dueño de un negocio de venta de carros, dijo que el concierto trajo movimiento comercial a la zona. Además, manifestó que no hubo problemas de seguridad en su local.