Los avistamientos, que quedaron registrados en los expedientes de la institución, fueron desde mediados del 2014 hasta marzo del 2015. Foto: Catpura
Pilotos de la Marina de los Estados Unidos aseguraron haber visto numerosas veces objetos que no pudieron identificar sobrevolando las costas de estadounidenses en los últimos años. The New York Times recogió las afirmaciones de cinco militares que observaron los extraños aparatos en un reportaje publicado el sábado 25 de mayo del 2019.
Los avistamientos, que quedaron registrados en los expedientes de la institución, fueron desde mediados del 2014 hasta marzo del 2015, durante ejercicios de entrenamiento de los escuadrones de combate del portaaviones USS Theodore Roosevelt, frente a las costas de Virginia y Florida.
Lo más relevante de las declaraciones entregadas por los aviadores de la Marina es que los objetos, que aparecieron casi a diario; no tenían motor visible ni luces infrarrojas, pero podían alcanzar unos 10 000 metros de altura. Según señalan, eran como “cubos encerrados en esferas” que volaban a velocidades hipersónicas y realizaban maniobras extremas.
“Estas cosas estaban volando todo el día”, contó el teniente Ryan Graves, expiloto de cazabombarderos F/A-18 Super Hornet en el escuadrón VFA-11 Red Rippers, en la entrevista con el New York Times. “Mantener una aeronave volando requiere de enormes cantidades de energía. A la velocidad que observamos y permanecer 12 horas en el aire es 11 horas más de lo que se podría esperar”, dijo.
Video: YouTube, cuenta: ABC News
La Marina de Estados Unidos ha reconocido no poder explicar estos objetos voladores, señaló el medio estadounidense. “Hubo diferentes reportes, en algunos casos pudo tratarse de drones, pero en otros no sabemos qué eran y no tenemos suficientes datos para averiguarlo”, dijo al medio el portavoz de la marina, Josh Gradisher.
Lo que los militares sí hicieron fue publicar una guía en 2015 para reportar estos “fenómenos aéreos inexplicables”, conocidos popularmente como Objetos Voladores no Identificados (Ovnis), en detalle, que aún sigue vigente.
Los cinco pilotos entrevistados especularon ante el New York Times que los objetos podrían ser parte de un “programa avanzado de drones”. En una ocasión uno de los aviadores casi impacta contra uno de estos ‘Ovnis’, al que describió como un “cubo encerrado en una esfera”. Este incidente los llevó a descartar que el programa fuera estadounidense, indicó el teniente Danny Accoin, también parte del escuadrón VFA-11.
Graves, Accoin y otros tres pilotos, fueron los que revelaron estos avistamientos al New York Times. La suma de estas experiencias dejó una marca en los aviadores, que poco después fueron desplegados en el Golfo Pérsico y empleados en misiones de bombardeo contra objetivos del grupo terrorista Estado Islámico (ISIS) en Siria e Irak. Después de dejar la marina, los militares decidieron contar su experiencia con estos objetos extraños.
La nota del periódico fue publicada poco después de que el Departamento de Defensa de Estados Unidos confirmara la existencia de una iniciativa secreta gubernamental llamada Programa Avanzado de Identificación de Amenazas Aeroespaciales (Aatip, por sus siglas en inglés) que buscaba identificar “fenómenos aéreos no identificados”, un tema del que siempre se había excusado de hablar. Este “programa avanzado de identificación de amenazas aeroespaciales” cerró en 2012, según el Pentágono.
Pero aunque este programa ya no existe, las investigaciones continúan a través de procedimientos ordinarios y reportes de aeronaves, indicó el portavoz Christopher Sherwood, en declaraciones exclusivas para The New York Post.
“El Departamento de Defensa siempre está preocupado por mantener una identificación positiva de todas las aeronaves operando en nuestro entorno operativo, así como la identificación de cualquier potencial capacidad extranjera que pueda significar una amenaza para la seguridad doméstica”, señaló Sherwood.
Por el momento, las autoridades han descartado que se trate de un fenómeno extraterrestre y apuntan a explicaciones terrenales que van desde problemas en la codificación de imágenes y exceso de estrés en los pilotos hasta la presencia de drones avanzados de origen desconocido.