El presidente Lenín Moreno habló de Julian Assange y las acciones en redes sociales para cuestionarlo. Foto: Secom
El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, dijo este martes 16 de abril del 2019 que sus opositores gastan cerca de USD 3 millones al mes en “trolls”, en un momento de fuertes críticas por su decisión de terminar con el asilo otorgado en su Embajada a Julian Assange.
“Se calcula USD 3 millones mensuales el dinero que gastan en trolls para que comuniquen sus ideas”, dijo Moreno en una conferencia en Washington en la que tildó de “mentiras” las afirmaciones hechas por el expresidente Rafael Correa de que había una relación entre la terminación del asilo para Assange y la filtración de unos documentos que comprometen al Primer Mandatario.
Moreno, antiguo vicepresidente de Correa, dijo: “Es la típica trama que armaba, que acostumbraba a armar el presidente”.
Correa, quien había dado el asilo a Assange, dijo el pasado jueves 11 de abril del 2019 que la decisión de Moreno de terminar la protección estuvo motivada por una “venganza personal”.
“Hace pocos días, WikiLeaks publicó algo que ya era de conocimiento público, pero no a nivel mundial, que es el caso de corrupción Ina Papers en el que está envuelta la familia presidencial”, señaló Correa desde Bélgica.
Assange, fundador de Wikileaks, fue detenido ese día en la Embajada de Ecuador en Londres, donde había encontrado asilo hace siete años para escapar a una orden de detención británica por acusaciones de agresión sexual en Suecia, que él siempre ha negado.
Assange teme ser extraditado a Estados Unidos, que lo acusa de haber conspirado con Chelsea Manning, una exanalista de inteligencia del Ejército estadounidense, para ayudarla a descifrar una contraseña almacenada en las computadoras del Departamento de Defensa.
La exanalista le transmitió a Wikileaks más de 250 000 cables diplomáticos y cerca de medio millón de documentos clasificados sobre las acciones militares estadounidenses en Irak y Afganistán. Estas revelaciones expusieron delitos encubiertos y posibles crímenes por parte de tropas y aliados.
Tras el anuncio de que Moreno revocaba el asilo el relator especial de la ONU sobre la tortura, estimó que no respetó el “derecho procesal” de Assange durante su expulsión el jueves de la Embajada.
Tras la detención de Assange, la organización Reporteros Sin Fronteras pidió que se “priorice los principios de libertad de expresión” y advirtió que “poner en la diana a Assange” sería una medida “puramente punitiva y sentaría un precedente peligroso para periodistas”.
“Creo que lo que ocurrió con la detención arbitraria durante años de Julian Assange por la exposición de crímenes de guerra de todo tipo de gobiernos es totalmente ilegal”, dijo Marin Morrison, abogada que esperaba a Moreno con una pancarta con el rostro de Assange amordazado con la bandera estadounidense y la consigna “no maten al mensajero”.
Un activista que lanzó una pancarta cerca de la comitiva fue detenido por los servicios secretos.