Jorge Glas podrá seguir siendo Vicepresidente de la República incluso si esta tarde, 2 de octubre de 2017, el juez Miguel Jurado le ordenara prisión preventiva. Foto: Archivo/EL COMERCIO
Jorge Glas podrá seguir siendo vicepresidente de la República incluso si esta tarde, 2 de octubre de 2017, el juez Miguel Jurado le ordenara prisión preventiva. A esta conclusión llegaron tres abogados consultados por EL COMERCIO.
Esta mañana, la Fiscalía solicitó la prisión preventiva de Glas y su tío Ricardo Rivera, quienes son investigados por una aparente asociación ilícita, en el caso Odebrecht.
Ante esta situación, Juan Francisco Guerrero, catedrático de derecho constitucional, asegura que el Segundo Mandatario puede perder su cargo público solo después de que exista una sentencia ejecutoriada y de última instancia. Es decir, para que pierda su cargo se necesita que la condena se haga efectiva. Y esto solo ocurre después de haber concluido las fases de apelación y casación.
El penalista Gabriel Ponce coincide con Guerrero. Pero aclara que Glas puede perder su cargo incluso sin una sentencia. Eso pasaría si la Asamblea lo inicia un juicio político en su contra o si se le acusa de abandono de cargo.
En cambio, el penalista Gonzalo Realpe dice que el Vicepresidente puede solicitar una licencia de 15 y hasta 30 días para evitar que se declare el abandono de cargo. Pero advierte que “ningún funcionario público puede seguir actuando el momento que un juez lo llama a juicio. Y en ese caso también los legisladores podrían declarar el abandono del cargo.
¿Qué pasará con su equipo de protección presidencial?
El vicepresidente Jorge Glas tiene, gracias a un decreto presidencial, un equipo de seguridad conformado por militares y policías que lo custodian las 24 horas. Guerrero dice que si se dictara su orden de prisión, su seguridad debería ser retirada. Pero explica que en ninguna ley ni en la Constitución se señala qué hacer en caso de que una alta autoridad sea privada de la libertad.
“Estamos ante un escenario judicial totalmente excepcional. En ese caso, se debe usar el sentido común”.
Ponce, en cambio, cree que el retiro de la seguridad de Glas debe ser ordenado por el presidente Lenín Moreno, quien legalmente tiene esa autoridad.
¿A qué cárcel iría el Vicepresidente?
Realpe asegura que si se dictara una prisión preventiva, el Vicepresidente puede ser recluido en cualquier centro de detención de Pichincha, pues el caso se tramita en esta provincia. Y en ese caso, el Ministerio de Justicia es el que se encarga de los privados de libertad.
En cambio, Ponce y Guerrero creen que legalmente le correspondería estar privado de la libertad en el Centro de Detención Provisional (CDP), que es la cárcel designada para las personas que aún no tienen sentencias condenatorias.
¿Cómo se puede seguir el juicio político, paralelo al juicio penal?
Guerrero sostiene que solo a través de un juicio político, la Asamblea puede retirar la Vicepresidencia a Glas, antes de que una sentencia quede en firme. Sin embargo, para que esto ocurra los legisladores deben probar que el Segundo Mandatario cometió algún delito contra la administración pública. Es decir, que cometió peculado, cohecho o concusión.
De hecho, este 2 de octubre, la Fiscalía abrió una nueva investigación en contra de Glas, por presunto cohecho.
“No importa que en la justicia penal se le siga un proceso por posible asociación ilícita. De ese mismo caso, la Asamblea puede tomar los indicios que se ajusten a un posible peculado o cohecho y utilizarlos en un juicio político”.
Guerrero dice que lo importante es que ambos procesos, el penal y el juicio político, son independientes el uno del otro.