Wilma Andrade (der) colocó un pin de la ID en la solapa de María Paula Romo. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO
La primera respuesta al llamado que hizo la Izquierda Democrática (ID) se concretó ayer. El partido naranja había publicado una carta donde se invitaba a las organizaciones y partidos de centro-izquierda a adherirse a su proyecto.
Esto como parte de una estrategia política para fortalecerse y convertirse en referente de la tendencia para los comicios del 2017. Ayer, al menos unos 50 exmilitantes de Ruptura de los 25 se sumaron.
Este gesto de convocar al diálogo a más movimientos evidencia el intento de “recuperar su presencia, posiciones, visibilidad, construir una organización y rehacer un espacio en el que el partido tenga alguna significación”, según el analista político Felipe Burbano de Lara.
La ID también se ha preocupado de incorporar a otros actores como Identidad Democrática, de Carchi, que en la actualidad es dirigido por otro antiguo militante: René Yandún.
Para Burbano de Lara, en ese contexto se entiende que haya un debate en la ID sobre si conviene ir solos al proceso electoral y labrando un espacio propio o con una alianza más amplia “en donde la identidad del partido tiende a diluirse”.
Pero el ir en solitario podría significar un riesgo: el no lograr suficiente presencia ni representación política importante. Y aunque en el panorama actual una alianza podría significar más visibilidad y mayor presencia y éxito electoral, el tomar la decisión final se vuelve un asunto complejo, para el analista.
Más si se toma en cuenta que los partidos y movimientos políticos necesitan alcanzar al menos un 4% de votos para conservar su personería jurídica.
La ID ha estado presente en el escenario político antes de lograr su retorno. En marzo pasado surgió una iniciativa que intentaba configurar una alianza de grupos políticos y sociales de la tendencia alrededor del Acuerdo Nacional por el Cambio. El grupo, coordinado por el exlegislador y alcalde de Quito por la ID, Paco Moncayo, invitó al partido a sumarse. Hasta se pusieron fechas tentativas para realizar elecciones primarias.
Pero eso no ha progresado. De momento, la presidenta del partido, Wilma Andrade, dice que se han concentrado en visitar a las directivas y militancia provincial.
Esto para recoger sus opiniones sobre candidaturas y alianzas. Además, busca sumar figuras al partido para elaborar listas que puedan competir en el 2017.
Una de ellas es la de María Paula Romo, ex Ruptura, que ayer también formalizó su afiliación a la ID. Junto a ella, en el acto oficial se vio a Moncayo, quien recordó su trayectoria en el partido y dijo que por ello se siente en la libertad de darle la bienvenida a Romo, Juan Sebastián Roldán y otros.
También, recordó que fue candidato a asambleísta por ese movimiento, cuando la ID perdió su registro. Y participó de forma activa para lograr la personería jurídica.
Ruptura intentó sin éxito reinscribir a su movimiento y hace un año decidió no volver a intentarlo. Entonces dijeron que se vendría una nueva etapa política.
Tanto Romo como Moncayo han sonado, junto al medallista olímpico Jefferson Pérez como posibles candidatos a la Presidencia por la Izquierda Democrática.
Sin embargo, tanto ellos como la dirigencia del partido prefieren evitar hablar de nombres, por el momento. Asegura que eso entorpecería los procesos en curso.
Sin embargo, ayer Romo mencionó que Moncayo era un cuadro destacado, sobre todo por el perfil que se necesita, a su criterio, para la Presidencia. Así, Romo podría ocupar un puesto importante en la lista para asambleístas nacionales.
En contexto
La Izquierda Democrática tuvo una reunión con el Acuerdo Nacional por el Cambio, pero aún no hay definiciones. El partido tiene como fecha tentativa el 24 de septiembre para tomar una decisión, en una asamblea general y el Acuerdo esperará su respuesta.